"La policía arrestó a una pareja surcoreana cuyo bebé de corta edad murió de hambre, mientras ellos criaban un niño virtual en la Internet.
La pareja daba de comer a su pequeña hija de tres meses una sola vez al día entremedio de maratones virtuales en un ciber café local, ocupados en criar un niño virtual en el juego de fantasía Prius Online, según especificó la policía coreana a los periodistas el pasado viernes.
Prius Online es un juego en 3-D game en el que los jugadores cuidan de una compañía online, Anima, una pequeña joven con misteriosos poderes que crece y desarrolla sus habilidades a medida que el juego se desarrolla.
La policía no identificó al padre de 41 años, ni a la madre de 25 años de edad, que viven en Suwon, un suburbio al sur de Seoul. El padre aparentemente habría pedido disculpas frente al periodismo. "Hubiera deseado que ella no se hubiera enfermado y que hubiera vivido para siempre en el paraíso. Como su padre, lo lamento".
El bebé habría muerto de inanición hace cinco meses.
Corea del Sur posee una de las redes de banda ancha más rápidas del mundo. Los juegos en línea reciben subsidios de muchas corporaciones y el paisaje urbano está lleno de ciber cafés de banda ancha de altísima velocidad, conocidos como PC Bangs, que están abiertos las 24 horas del día.
Para ellos la virtualidad de un juego online se convirtió trágicamente en la realidad predominante. Lo que comenzó siendo tal vez un espacio recreativo se terminó transformando en su mundo de pertenencia, al punto de cometer un abandono imperdonable.
Pero en esta historia creo hay facetas que van más allá de lo ético. Tal vez la pareja coreana hayan sido malvados, o tal vez hayan sido lo suficientemente estúpidos como para actuar como tales. En ese caso tendría razón el Buddha cuando especificaba que el ignorante es también un pecador.
Realidades virtuales hubo siempre, como los antiguos "amigos imaginarios" de la infancia. El problema es que ahora los amigos imaginarios son inteligentes, atractivos, interactivos y están a un cable de banda ancha de distancia. La tecnología termina convirtiéndose en un "opio de los pueblos" más efectivo y devastador que cualquier religión que haya existido en este planeta.
El tema del velo de la realidad, vieja temática oriental, está presente como nunca en nuestra actualidad occidental. Los medios de información crean una realidad política para nuestras ideologías. La publicidad crea una realidad de consumo para nuestras necesidades. La televisión y la Internet crean una realidad de placer para nuestro entretenimiento. De esa forma distintas capas de realidades virtuales nos condicionan desde una trascendencia que en definitiva nos manipula.
Por eso nuestas ideologías, nuestras necesidades y nuestro entretenimiento terminan siendo falsos. Y cuando se cruzan ciertas líneas morales, como la muerte de un bebé inocente, se hace necesario repensar todo lo social.
La foto es una obra del artista argentino Fabián Bercic.