lunes, 29 de noviembre de 2010

Marx y las acuarelas

Leyendo a aquel gran discípulo de Hegel, Karl Marx, tan denostado en nuestros días, encontré la maravillosa frase : "lo cuantitativo modifica lo cualitativo". Frase que evidentemente una primer lectura económico-política relacionada con la producción. Una línea de producción va a la larga a producir objetos-mercancía de una calidad ostensiblemente menor que la que haría un solitario y concentrado artesano. Pero al ser la producción mucho mayor se incrementa geométricamente la cantidad de ítems factibles de generar y gracias a la espontánea generación del marketing, también crece la ganancia potencial.
Hasta aquí todo muy entendible dentro de la clásica dialéctica económica marxista. Pero en la producción artística la cosa es más compleja. Podemos decir que un artista tiene primero una idea creativa (como si fuera un ideal platónico) y debe trabajar en su taller para bajarla a la realidad y concretarla como objeto tangible. Pero generalmente ocurre que el resultado final es diferente de la idea original y para pesimistas como yo, a veces bastante peor.
Ejercer adecuadamente una práctica artística significaría entonces minimizar, o tratar al menos, dicha pérdida de la idea al objeto. Esto implica obviamente una falta de control, mayor o menor, sobre el resultado; que podrá deberse al azar o a la inexperiencia.
Ahí es cuando extrañamente pareciera revertirse el postulado marxista. Si yo dibujo un boceto de mi modelo desnuda es muy probable que no me salga como quisiera, o por lo menos con la perfección de dibujo, línea, textura y/o forma que a mí me gustaría.
Pero si en cambio durante dos horas realizo cuarenta croquis de cuatro minutos cada uno de mi esforzadísima modelo es casi seguro que unos tres o cuatro serán muy buenos. Estoy arribando a la calidad por la cantidad. Es decir lo cuantitativo modifica positivamente lo cualitativo, contrariando al esclarecido postulado económico-filosófico del barbudo alemán que perseguía a su personal doméstico británico con fines de acoso sexual.
Con respecto a la idea de minimización de la pérdida, un componente básico de la práctica artística debiera ser el azar. El factor aleatorio, que tiene que ver con la destreza, el azar puro, los materiales, etc; no necesariamente va a contribuir a minimizar la pérdida de la idea creativa original. Más aún, a veces va a enriquecerla sobremanera, abriendo puertas o proporcionando visiones insospechadas que mejoran, a veces, siempre a vces, la riqueza de la idea creativa primigenia.
El demiurgo cuando creó el mundo, no tenía planeadas las auroras boreales, le salieron de chiripa, como se dice vulgarmente.


miércoles, 24 de noviembre de 2010

M

Miserables militares maltrataban manifestantes,
metiéndome mis más melindrosos miedos;
mas mis mágicas manías me mandaban marchar maniatado,
movilizando mis mustias malignidades marxistas;
mientras me masturbo melancólico mirando Madonnas.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Centenario


Ya han pasado cien años sin vos.
Pero tu sombra, desde la fría estación de tren de Astapovo sigue creciendo.

Buscaste conocer el alma humana y en el camino escribiste varias de las mejores historias que conocemos.
Buscaste conocer tu propia alma y en el camino dejaste testimonio de uno de los viajes espirituales más largos y tormentosos de los que tengamos memoria.
Buscaste conocer el alma de dios.

No sé si lo lograste, creo que no.

Pero en el camino encendiste la luz más poderosa y necesaria que el mundo vio en siglos.

El pacifismo.


Hoy, hace exactamente cien años, el 20 de Noviembre de 1910 fallecía en una estación de tren, el conde Lev Tolstoi.


Que la paz sea contigo. Y con nosotros.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Un amigo

Algunas veces casi sin querer, dentro del maremágnum de información con que somos invadidos todos los días, se filtra algo parecido a la emoción.
Hace unos meses estuvo en Buenos Aires un trío de jazz internacional cuyo líder es el histórico baterista Peter Erskine.
Fue durante años el baterista de Weather Report compartiendo la base rítmica con el genial Jaco Pastorius, infaustamente muerto joven.
Según contó Peter Erskine en un reportaje estuvo en el concierto en el Luna Park del que ya hablé.
Pero lo que sabía lo contó su baterista; "gracias a Weather Report tuve la oportunidad de tocar en Buenos Aires, a fines de los '70. La banda habló durante años de aquel show en el LunaPark; estábamos orgullosos de aquella noche".
Parece que no sólo los ratis y yo se habían dado cuenta.

Al principio de su novela "La inmortalidad", el escritor checo Milan Kundera, incluye como prólogo una descripción de la inspiración de su novela, que comienza con un gesto sublime de una mujer mayor a su instructor de natación. La anciana hace un gesto sencillo pero la actitud de una joven y el escritor es emocionado por la poesía que descubre en la aparente anomalía.
Un gesto así es algunas veces todo lo que recordamos de una persona.
Muchas veces lo que recordamos de alguien es casi aleatorio. Muchos años después una misma vivencia es recordada por dos protagonistas casi como si fueran episodios distintos. Tal es la naturaleza de nuestra memoria.
Pero un gesto poético debiera ser el elegido a la hora de recordar a alguien.

Cuando le preguntan Peter Erskine qué recuerdos tiene de Jaco Pastorius dice simplemente: "a pesar de su virtuosismo, lo que más recuerdo de él, es su sonrisa. Aún lo extraño".

Una palabra rara

Cuando uno tiene hijos pequeños se sorprende de la necesidad, creada o innata, que tienen de expresarse artísticamente. Y cree erróneamente que sus hijos serán artistas.
Cuando uno visita el jardín de infantes donde concurren descubre que todos los niños son artistas en potencia, no sólo los propios. Todos pintan, dibujan, modelan, recortan, juegan y cantan canciones mientras lo hacen.
¿Cómo es que esa disposición se pierde con la adultez ?
Tal vez si TODOS los adultos estuvieran ocupados en pintar, dibujar, modelar, recortar, jugar y cantar canciones el planeta sería un lugar más pacífico. Porque tendríamos menos tiempo para dedicarnos a los negocios, a ganar cada vez más plata, a la política y a su versión perversa, la guerra.
En Biología del desarrollo se entiende como neotenia (del griego neo-, ‘joven’, y teinein, ‘extenderse’) a un proceso de alteración del ritmo de crecimiento de los organismos vivos, que se caracteriza por la conservación del estadio juvenil en el organismo adulto, debido a un retardo pronunciado (en correlación con su ancestro u organismos cercanamente emparentados) del ritmo de desarrollo corporal. Según algunos antropólogos la neotenia tuvo un papel importantísimo en la evolución biológica.
Pero a mí me interesa expandir el concepto a ciertos aspectos de la psique humana.
Podríamos agregar a la definición de neotenia la idea de la retención de atributos infantiles en la adultez. Los seres humanos son niños o jóvenes durante más tiempo que cualquier otra criatura en la tierra, pudiendo estimar su etapa de desarrollo en casi veinte años hasta alcanzar la plena adultez.
La inmensa mayoría de los adultos dejan de jugar cuando se hacen adultos y se focalizan en sus trabajos, que se puede entender como una forma adulterada por el dinero del juego infantil.
Pero cuando eran niños aprendían constantemente, socializaban con todos, jugaban todo el tiempo con nada. Eran curiosos perennes; maravillándose y alegrándose al descubrir cosas. Los niños cambian y crecen mientras imaginan y sueñan.
Los adultos son serios, producen, se concentran, pelean, y creen a rajatabla en cosas que a veces ni siquiera eligieron.

Revaloricemos entonces la infancia y tratemos de tener un poco más de neotenia.
Los tengo que dejar porque se me seca la plasticola de colores que acabo de poner.

viernes, 5 de noviembre de 2010

La conjetura de Huginn y Muninn

Algunas veces lo más difícil es asombrosamente sencillo.
Pasa en matemáticas y me temo que pasa también en la vida cotidiana.
Cuando uno realiza una aseveración, el pensamiento matemático indica que se debe demostrar su valor de verdad o falsedad de forma concluyente. Y de ser posible, de la forma más concisa posible.
Y de ser posible, y ésta me encanta; de la forma más elegante posible.
También a veces es importante encontrar un contraejemplo.
Christian Goldbach fue un matemático prusiano del siglo XVIII, que hoy en día es conocido por la Conjetura de Goldbach, llamada en su honor, que dice que todo número par mayor que 2 se puede representar como la suma de dos números primos.
Es decir de la siguiente forma :

Hoy se sabe que esto es cierto para todos los números menores que un trillón, (es decir, 1018, ó un 1 seguido de dieciocho ceros, ó 1.000.000.000.000.000.000). Esta conjetura se encontró en una carta que envió Goldbach a Leonhard Euler en 1742.
Pero al día de hoy nadie ha podido demostrar la verdad o falsedad de la conjetura y ni siquiera se ha encontrado un número que NO pueda escribirse de esa forma.

Ahora bien, cuál sería el equivalente de la conjetura de Goldbach en la vida cotidiana ?

La pura y simple felicidad ?

Expresada como la suma de dos números primos o "raros", la ataraxia y el humor ?

martes, 2 de noviembre de 2010

L'Incoronazione di Poppea

Hay personas y obras que no sólo trascienden el tiempo sino que son siempre modernas y actuales. Monteverdi es uno de esos artistas, pero su problema es que está demasiado lejano en el tiempo como para que reconozcamos su genialidad con la justicia merecida.A continuación un fragmento de un paper mío escrito sobre Monteverdi y la relación entre su primera y su última ópera, el "Orfeo" y "L' incoronazione di Poppea". El fragmento corresponde al análisis de la Poppea y sus significados políticos ocultos.

Fuentes - Tácito

La fuente principal para el libreto de Giovanni Francesco Busenello de la Poppea de Monteverdi son los “Anales” de del historiador romano Tácito (56-117). Los Anales o en latín, Annales, es un libro de historia que cubre el reinado de los cuatro emperadores romanos sucesores de Augusto. Las partes del libro que sobrevivieron cubren la mayoría de los reinados de Tiberio y Nerón.

El título Anales no fue probablemente dado por Tácito pero deriva seguramente del hecho que trató la historia año por año. El título original fue probablemente Ab excessu divi Augusti, "Siguiendo la muerte del divino Augusto". Tácito, a lo largo de su obra, mantiene la tesis de la necesidad y legitimidad del principado, es decir del estado imperial. Repite que Augusto logró y garantizó la paz en Roma luego de años de guerra civil. Pero, por otro lado nos muestra el lado oscuro de las vidas de los césares. La historia del imperio es también la historia del declive de las libertades políticas de la aristocracia senatorial, que Tácito describe como moralmente decadente, corrupta y servil hacia el emperador. Durante la época de Nerón hubo una gran difusión de obras literarias en favor del suicidio por honor, llamado en latín exitus illustrium virorum ("fin de los hombres ilustres"). Tácito es abiertamente opuesto a la idea, criticando aquellos que eligen el inútil martirio mediante vanos suicidios, particularmente al describir el suicidio de Petronio. ¿Ecos de esta idea podrían estar presentes en la trama de la Poppea?.

Como vemos ya están presentes en Tácito los tópicos de la Fortuna y la Virtud, fuerzas motoras junto con el Amor del libreto de Busenello.


Al describir la figura seductora de Poppea, Tácito nos dice que: “su conversación era encantadora y su ingenio cualquier cosa menos aburrido”, de lo que deducimos que la audiencia conocedora al oír la ópera identificaba al personaje como favorecida por el Amor. Sin embargo la misma audiencia no podía ignorar los hechos históricos posteriores al fin de la ópera. En palabras de Tácito, “Popaea murió de un arranque de ira de su marido, que la pateó mientras estaba embarazada”. Tampoco podía resultarles ajeno el hecho de que Otón, el despreciado primer marido de Poppea, fuera emperador a la muerte de Nerón.

“L’ Incoronazione di Poppea”, su época y entorno

Durante los últimos años de su vida Monteverdi no gozó de buena salud, cosa que no le impidió componer sus dos últimas obras maestras, las óperas “Il retorno d’Ulisse alla patri” en 1641 y “L’incoronazione di Poppea” al año siguiente.


En la época de la composición de Poppea las ideas impulsadas por la Contrarreforma estaban omnipresentes y no es despreciable el hecho que el mismo Monteverdi fuera ordenado sacerdote en 1632.

La Contrarreforma fue la respuesta a la reforma protestante de Martín Lutero que había debilitado a la Iglesia Católica. Sus objetivos eran renovar la Iglesia y evitar el avance de doctrinas protestantes. Un concilio general de la Iglesia, reunido en el pequeño pueblo de Trento, en los Alpes, aprobó una serie de decretos doctrinales con respecto a los dogmas, las disciplinas, el papado y las órdenes religiosas, los cuales permanecieron en vigencia hasta que se reunió el siguiente concilio, más de tres siglos después. El Concilio de Trento también estableció la jerarquía efectiva de supervisión para garantizar que el clero y los laicos observaran las nuevas normas de disciplina y ortodoxia que se esperaba de ellos. El Concilio duró desde el año 1545 hasta el 1563.

También se aclararon diversos puntos doctrinales. Abolió los ritos eucarísticos locales y estableció un rito unificado conocido como Misa Tridentina. Desde un punto de vista doctrinal es uno de los concilios más importantes e influyentes de la historia de la Iglesia Católica.

Por otro lado se abordó la reforma de la administración y disciplina eclesiásticas. El concilio eliminó muchos abusos flagrantes como la venta de indulgencias o la educación de los clérigos, y obligó a los obispos a residir en sus obispados, con lo que se evitó la acumulación de cargos.

Estas medidas, junto con la Inquisición, y las guerras de religión, detuvieron en parte el avance del Protestantismo y un nuevo entusiasmo y confianza animaron a los católicos. Hacia la época de la Poppea, 1650, más de dos tercios de Europa prestaba de nuevo obediencia a la Iglesia de Roma: la Reforma, en conjunto, sólo conservó su influencia en el norte.

Desde el punto de vista de la historia del arte, para algunos historiadores la consecuencia cultural de la Contrarreforma fue la aparición del estilo barroco al generar nuevas formas de arte tendientes a exaltar la sagrada posición de la Iglesia. El canon promulgado por el Concilio, que expresamente se dirigía a las artes representacionales al demandar que las pinturas y esculturas en contextos eclesiásticos deberían hablar más a los analfabetos que a los letrados; es un indicio directo de inspiración del estilo Barroco. De esta forma la Iglesia se aseguró que las artes comunicarían los temas religiosos de forma directa y emocional, lo que en el caso de la música propició la teoría de los afectos. La aristocracia secular también comprendió que el dramático estilo barroco tanto en arte como en arquitectura, servía para impresionar a visitantes y oponentes y como forma de expresar poder y control. La palabra barroco deriva del portugués antiguo “barroco” designando a una perla defectuosa y de forma irregular. De ahí derivó en lenguaje coloquial al sentido de algo elaborado y de muchos detalles.

En el caso específico de la música, se permitió la utilización de elementos teatrales propios de la ópera en la música religiosa. Del propio Monteverdi se puede citar el “Pianto de la Madonna”, utilizando la música del “Lamento d’Arianna” o la profunda concepción teatral de la “Selva Morale y Spirituale” (1640). Las demandas de la iglesia también explicitaban que los textos de las obras sagradas debían ser más claros; y por lo tanto hubo presión para abandonar la densa polifonía del Renacimiento, en favor de líneas que resaltaran las palabras del texto y que tuvieran un margen mucho más limitado de efectos imitativos. Esto fue llevando a crear una forma de resaltar la voz principal sobre el resto arribando progresivamente a la homofonía.

Monteverdi lideró el movimiento de un enfoque “moderno” de la música, llamado por él “seconda pratica”, para distinguirlo del estilo antiguo, ó “prima pratica”. Descolló sin embargo en ambos estilos, produciendo elaborados motetes que expandieron las formas ya creadas. Pero fueron sus piezas en el nuevo estilo donde se manifiestan los cambios más visibles en la transición al estilo barroco.

En palabras del propio Monteverdi, del prefacio del “Ottavo Libro di Madrigali – Madrigali Guerrieri e Amorosi”: “Habiendo considerado que nuestra mente tiene tres pasiones o afecciones (afectos, "affetioni del animo") principales - la cólera (ira), la temperancia (temperanza) y la humildad o piedad o misericordia o suplicación (humilitá o supplicatione) - como los mejores filósofos afirman y, sin duda, considerando que la misma naturaleza de nuestra voz cae en un alto, bajo o mediano rango y la teoría musical describe esto claramente con los tres términos de agitación (concitato), languidez (molle) y temperancia (temperato); y nunca habiendo sido posible encontrar entre todas las composiciones de los pasados compositores un ejemplo del estilo o género agitado (genere) como es descrito por Platón en su tercer libro "De la Retórica" en estas palabras "Tomad esa harmonía que, como debe, imita por el tono (o la voz) y los acentos esos hombres que manchan valientemente a la batalla"; y conscientes de que son los contrastes o los contrarios los que nos tocan y conmueven más profundamente o afectan nuestra mente, y que el fin de la buena música debería ser el engrandecimiento o ennoblecimiento de nuestro ánimo, como afirma Boecio cuando afirma de la música que nos es consubstancial, "Musica nobis esse conjuctam mores, vel honestare, vel envertere" [La música está asociada a nuestras vidas, ora para ennoblecer nuestras maneras o costumbres, ora para revertirlas], Yo por lo tanto he decidido ponerme a la tarea, no sin mucho menester y pena, investigación y esfuerzo, de descubrir esta Música”.

Estas palabras sintetizan la búsqueda estética del compositor con una simpleza y exactitud perfectas, constituyendo prácticamente un manifiesto del estilo que conduciría al Barroco.

“L’Incoronazionne di Poppea”

La Poppea es considerada un punto culminante en la obra del compositor. Contiene escenas trágicas, románticas e innovadoras escenas cómicas que preanuncian el desarrollo posterior de todo el género. La primera performance de la ópera fue en el Teatro Santi Giovanni e Paolo en Venecia en 1642.


“L’Incoronazione di Poppea” se inicia con un preludio alegórico, típico en la operas de la época) en el que la Fortuna, la Virtud y el Amor discuten sobre sus respectivas grandezas. El Amor tiene la última palabra y proclama que va a probar su soberanía ese mismo día.

AMORE

Che vi credete, o dee,
Divider fra di voi del mondo tutto
La signoria, e'l governo,
Escludendone Amore,
Nume, ch'è d'ambe voi tanto maggiore ?
Io le virtudi insegno,
Io le fortune domo,
Questa bambina età
Vince d'antichità
Il tempo, e ogn'altro dio:
Gemelli siam l'Eternitade ed io.
Riveritemi,
Adoratemi,
E di vostro sovrano il nome datemi.

FORTUNA e VIRTÙ
Uman non è, non è celeste core,
Che contender ardisca con Amore
.

AMORE
Oggi in un sol certame,
L'un e l'altra di voi da me abbatutta,
Dirà, che'l mondo a' cenni miei si muta.
Ad un cenno di Amore il cielo svanisce.
Fine del Prologo

En realidad la mano del Amor es evidente desde el principio de la ópera pero rápidamente se evidencia que sus efectos no son siempre placenteros y contradicen tanto a la Virtud como a la Fortuna. Ottone se lamenta que su amante, Poppea, yace en los brazos del emperador Nerone, y que continúa enamorado a pesar de su infidelidad. Los soldados de Nerone, despertados por los circunloquios de Ottone, también maldicen al Amor, ya que las órdenes de Nerone son que deben hacer guardia durante toda la noche.

La primera escena de Poppea y Nerone revela más consecuencias funestas de su ilícito amor: para que Poppea pueda triunfar, la emperatriz Ottavia, esposa de Nerone, debe ser repudiada y desterrada. En esta escena, Poppea, con una gran ayuda de Monteverdi, emplea cada truco de su arsenal, desde la languidez sensual hasta la insistencia molesta para conseguir su propósito. Lo logra, y Nerone promete volver a ella y exiliar a Ottavia de Roma.

Los cuatro duetos de Poppea y Nerone (el último que veremos más adelante, atribuido a un discípulo de Monteverdi, Francesco Cavalli) contienen los momentos más hermosos de toda la ópera en lo que respecta a contraposición de voces. El hecho que los dos papeles sean cantados por voces altas, permite que se mezclen perfectamente de forma de que una es indistinguible de la otra, en una metáfora perfecta del Amor como dos almas y dos cuerpos entrelazados.

Ottavia recibe dos de las más impactantes arias de la ópera. Entra en escena con "Disprezzata regina", donde se lamenta del pobre tratamiento que las mujeres reciben de los hombres. ¿Un claro mensaje feminista en el siglo XVII? Luego cuando sus peores sospechas son confirmadas, se despide de su patria con "Addio, Roma." Este extraordinario lamento comienza con otra genialidad musical, con repetidos y emocionados sollozos, separados por silencios, antes de poder poner en su boca siquiera palabras. Si Poppea claramente representa el triunfo del Amor, Ottavia es el símbolo del revés de la Fortuna.

El tutor de Nerone, Seneca, constituye otro obstáculo al confrontarlo y recriminarlo. Musicalmente Monteverdi explota el potencial dramático y expresivo del stile recitativo. Nerone empieza a refutar lo mesurados y razonables argumentos de Séneca pero pronto comienza a amenazarlo e insultarlo con frases de largo irregular y líneas melódicas erráticas que lo hacen sonar como un niño malcriado y rabioso.

Monteverdi y su libretista Busenello adornan el drama serio e histórico con un número de personajes cómicos. Probablemente la más notable sea la nodriza de Poppea, Arnalta, un rol de tenor travestido. Sirve como confidente y asesora del plan de Poppea, pero conserva ambiciones propias. En su última aria Arnalta se regocija con las atenciones que recibirá al ser coronada Poppea Emperatriz, a pesar de reconocer la hipocresía de tales favores futuros con un cinismo increíblemente moderno.

ARNALTA
Oggi sarà Poppea
Di Roma imperatrice;
Io, che son la nutrice,
Ascenderò delle grandezze i gradi:
No, no, col volgo io non m'abbasso più;
Chi mi diede del tu,
Or con nova armonia
Gorgheggierammi il "Vostra Signoria"
Chi m'incontra per strada
Mi dice: "fresca donna e bella ancora",
Ed io, pur so che sembro
Delle Sibille il leggendario antico;
Ma ogn'un così m'adula,
Credendo guadagnarmi
Per interceder grazie da Poppea:
Ed io fingendo non capir le frodi,
In coppa di bugia bevo le lodi.
Io nacqui serva, e morirò matrona.
Mal volentier morrò;
Se rinascessi un di,
Vorrei nascer matrona, e morir serva.
Chi lascia le grandezze
Piangendo a morte va;
Ma, ma, chi servendo sta,
Con più felice sorte,
Come fin degli stenti ama la morte.

En el viaje de Poppea hacia el trono, Monteverdi y Busenello cuentan la historia de cómo la lujuria y la ambición (formas desmedidas y excesivas del Amor) conquistan a la Fortuna y la Virtud. Pero el real genio de la composición es que al final de la ópera el espectador no puede evitar alegrarse y emocionarse con el triunfo de la inmoral pareja. La música de las últimas escenas de Poppea y Nerone, a partir del aria "Ascendi, o mia diletta" donde ella comprende que sus sueños se harán realidad, es tan sugestiva que las intrigas funestas que llevan a ese desenlace, el exilio de Ottavia y el suicidio forzado de Séneca, parecen poco importantes.

En vez de condenarlos, el espectador tiene la sensación de que la unión de la pareja no sólo es inevitables sino correcta y esto es confirmado por el sublime dúo final, "Pur ti miro, pur ti godo." En una primera lectura, el Amor ha demostrado que es realmente el más poderoso de todos.

POPPEA e NERONE
Pur ti miro,
Pur ti godo,
Pur ti stringo,
Pur t'annodo,
Più non peno,
Più non moro,
O mia vita, o mi tesoro.
Io son tua...
Tuo son io...
Speme mia, dillo, dì,
Tu sei pur, speme mia
L'idol mio, dillo, dì,
Tu sei pur,
Sì, mio ben,
Sì, mio cor, mia vita, sì.
Pur ti miro,
Pur ti godo,
Pur ti stringo,
Pur t'annodo,
Più non peno,
Più non moro,
O mia vita, o mi tesoro.

¿Poppea, un espejo siniestro de Orfeo ?

Sin embargo, “L’incoronazione di Poppea” llama a una lectura más polivalente y de múltiples significados. Según algunos musicólogos, Carter por ejemplo, la ópera puede ser considerada como un “ejercicio de alabanza de lo que no puede ser alabado”. Esto daría pie a la idea que Monteverdi, imbuido de las ideas de la Contrarreforma y él mismo ordenado sacerdote años antes; haya tenido la intención de mostrar una fábula moral invertida con un cinismo, por lo menos un par de siglos adelantado.

De esta forma, a partir del planteo del prólogo, el desenvolvimiento de la ópera describe el triunfo del Amor, pero del Amor entendido como exceso, como desmesura; una clara expresión de hybris o impietá.

Pero Orfeo es al final perdonado y aceptado en el Olimpo, tal vez porque para Monteverdi la fábula de Orfeo era una forma de demostrar el poder de la música y más exactamente de sus propias ideas en música. De esta forma el Amor desmesurado de Orfeo es perdonado y hasta entendido ya que la música transforma todo, tal vez de manera menos despiadada que el Amor de Poppea.

Poppea si bien también tiene un final feliz, con una segunda lectura el sabor es agridulce, y tanto ella como Nerone no pueden ser perdonados. A pesar de que, nuevamente mediante el poder de la música, el último dueto, intenta convencernos de lo contrario. Además tanto el espectador de la época como nosotros conocemos, por Tácito, el desenlace posterior.

Entonces nos queda la idea de que Monteverdi, de forma genialmente moderna, haya tal vez querido mostrarnos la absurdidad del mundo y las pasiones humanas, en una velada y sarcástica crítica a los valores de la Contrarreforma y de su mundo en lugar de una fábula moral sobre la desmesura.

Poniendo toda su sapiencia musical, el compositor construyó una metáfora sobre el arte en Orfeo y una alegoría del mundo en Poppea trazando un arco genial en las dos óperas donde no sólo descubrió un universo expresivo nuevo sino que prefiguró todo el resto del desarrollo del género operístico.

Nuria Rial y Philippe Jarousky cantan "Pur ti miro" acompañados por L'Arpegiatta dirigida por Christina Pluhar.