viernes, 29 de enero de 2010

Vacaciones

Como insuficiente compensación de mi futura inactividad en este espacio dejo esta música.
Concierto para distintos instrumentos de Antonio Vivaldi.

jueves, 28 de enero de 2010

La sonrisa

Traduzco libremente de un libro de Sally Hogshead.

"Porqué, exactamente, los humanos sonreímos ? Esta pregunta ha intrigado a los antropólogos por cientos de años. La sonrisa es instintiva, una de los miles de trucos de fascinación que usamos para persuadir a otros a conectarse con nosotros. Sin embargo, desde una perspectiva evolutiva, la sonrisa no tendría sentido. En el reino animal, retraer las esquinas de la boca y mostrar los dientes es un claro signo de agresión. Sin embargo, en los humanos, el mismo gesto significa una apertura amistosa. Porqué somos distintos ? Mientras más grande es un animal, más grande será su boca, y por lo tanto vibraciones vocales mucho más bajas o graves, lo que significa dominación. Animales más pequeños tienen cavidades bucales más chicas, por lo que sus voces más agudas comunicarían sumisión o amistad. Cuando los humanos sonríen, empujamos la carne de nuestras mejillas hacia atrás contra nuestros dientes, lo que hace más pequeña a nuestra cavidad bucal y eleva la altura de nuestra voz. Rápidamente, sonamos más amigables al esencialmente parecer un animal mucho más chico del que realmente somos. La sonrisa, de acuerdo a algunos antropólogos, comenzó como una manera de sonar menos amenazante y luego evolucionó hasta significar acercamiento emocional."

En esta idea, que de por sí es fascinante sin necesitar sonreír para exponerla; predomina el sonido por sobre la imagen. Según la teoría, el sonar como un animal pequeño y amigable, desde lo auditivo, primó por sobre el mostrar los dientes como amenaza, desde lo visual.

Creo recordar que algunas creencias religiosas orientales estipulaban que las cosas eran creadas desde el sonido. Al nombrar algo, existía. Algún otro dios habrá creado el mundo dibujándolo primero, pero pareciera que el sonido como potencia creadora es lo que terminó ganando en nuestra cultura.

En música sin embargo un melodía aguda no necesariamente es más amigable que una grave. Y los cellos y contrabajos no resultan amenazantes, por lo menos en la generalidad de los casos.

Entonces, cuál sería la música que sonríe ?
Porqué lo sonoro primó por sobre lo visual ?

Alerta naranja

Una ola de calor invade la ciudad de Buenos Aires. Existe una sensación de entre resignación y fastidio entre los porteños que no están de vacaciones.

Incluido yo.
Una circunstancia de cambio profundo laboral contribuye al desasosiego de un clima que no parece ceder ni un ápice, ni un gradito Celsius, en su afán de debilitarnos.

Pero en el fondo sabemos que algún día lloverá, que algún día llegará algo parecido al frío.
Y que si el cambio de jerarquía en el trabajo que me está inquietando; no es satisfactorio, algún día no será el último.

El cambio es la base de la vida.
Peter Green fue el primer guitarrista de Fleetwood Mac. Un grupo que muchos años después se convirtió en la quintaesencia del rock pop californiano.
Tanto que se convirtieron en la banda de sonido de la candidatura de un presidente norteamericano aficionado al asexo oral, Bill Clinton.

Pero en un principio, cuando Green era su guitarrista eran muy diferentes.

Sonaban así.



Tal vez algún día llueva y Fleetwood Mac vuelva a tocar blues.

Y yo vuelva a tener un trabajo relativamente tranquilo.

lunes, 25 de enero de 2010

Llanto ruso

Cuenta Pablo Gianera en un reciente artículo que "pocas cosas habrían complacido más a Sergéi Prokófiev que recibir la noticia de la muerte de Josef Stalin. Lamentablemente no tuvo tiempo. Los dos murieron el mismo día, el 5 de Marzo de 1953. Hubo una gran confusión nacional que conspiró contra el funeral del músico, sofocado por las regias exequias del "padrecito de los pueblos". Pocos músicos lo habrán llorado.
Incluso alguien encontró llorando a la hermana del pianista Emil Gilels y trató de consolarla. "Ya tendremos otros líderes", le dijo.
Pero la mujer respondió "Me importa un bledo Stalin; lloro por la muerte de Prokófiev".

Me atrevo a sostener que las personas tienden a dividirse entre las que llorarían a Stalin y las que llorarían a Prokófiev. Y que las primeras serían mucho más numerosas.

miércoles, 20 de enero de 2010

Un río de música

El río Urubamba (o Urupampa) es uno de los principales ríos del Perú, que constituye la parte superior del curso del río Ucayali, y parte del curso principal del río Amazonas.

El Urubamba nace en el nudo de Vilcanota, desde donde recorre gran parte del territorio de la región del Cuzco con el nombre de río Vilcanota. Al pasar por la ciudad de Urubamba, recibe el nombre de río Urubamba.

Al pasar por Ollantaytambo, el Urubamba se estrecha y se profundiza. Es la zona geográficamente más accidentada del recorrido (Cañón de Torontoy), en donde en la cumbre de los cerros también se encuentran las ruinas de Machu Picchu (desde arriba, al borde del mismo Machu Picchu, se puede apreciar un precipicio vertical de 600 m de altura que termina por donde pasa este río). Pasando la cadena montañosa principal se extiende el valle amplio y frutífero de Quillabamba, antes de travesar los últimos cadenas de montaña baja hacia la selva amazónica. Al confluir con el río Tambo, forman el río Ucayali.

La turbulencia del Urubamba, atravesando el Valle Sagrado de los Incas, se presta para la práctica del rafting o descenso de rápidos, que es una de las atracciones turísticas de aventura más interesantes en el Perú.

Urubamba es el nombre también de un grupo de música que existe desde hace más de cuarenta años dirigido por el charangista argentino Jorge Milchberg.

Ya he hablado de ellos en el pasado, en un post anterior.



No encuentro diferencia alguna en la calidad de la interpretación, la calidad de sonido y la expresividad entre ellos y cualquier conjunto de cámara de música folclórica europea de tradición escrita, también conocida por algunos como música clásica.

La música es como los ríos, tiene riachuelos, cascadas, afluentes y eventualmente todos confluyen al mar. Creo que todas las músicas que vienen del corazón son ríos que terminan confluyendo. No importa si son ríos de violines, de charangos, de er-hus, de mellotrones o de saxos. Confluyen.
Pero cuál es el mar donde desembocan, no lo sé.

Pero no debería importarme. Al Urubamba no le importa. Sobre todo cuando nace.


Toda música, como todo río, se define cuando aparece.

martes, 19 de enero de 2010

Dos momentos en la vida de Baruj Spinoza

"Maldito sea de día y maldito sea de noche, maldito sea al acostarse y maldito sea al levantarse, maldito sea al entrar y al salir, no quiera el Altísimo perdonarle hasta que su furor y su celo abracen a este hombre; lance sobre él todas las maldiciones escritas en el libro de esta Ley, borre su nombre de bajo los cielos y sepárelo, para su desgracia, de todas las tribus de Israel, con todas las maldiciones del firmamento escritas en el libro de la Ley. Y vosotros, los unidos al Altísimo, vuestro Dios, todos vosotros que estáis vivos hoy, advirtiendo que nadie puede hablarle oralmente ni por escrito, ni hacerle ningún gavor, ni estar con él bajo el mismo techo ni a menos de cuatro codos de él, ni leer papel hecho o escrito por él."

Texto final del herem, la excomunión que sufrió el filósofo Baruj de Spinoza siendo aún muy joven y con nada publicado, el día 27 de Julio de 1656. Tenía apenas 24 años, habiendo nacido en 1632. No habían sido publicados ni el "Tratado de la reforma del Entendimiento", ni el "Tratado teológico político" y menos aún la "Ética según el modo geométrico".

Qué pudo haber dicho, escrito o pensado un joven marrano de origen portugués en la Amsterdam de mediados del siglo XVII ? Sobre todo cuando toda su filosofía, brillante, innovadora y genial; todavía no había visto la imprenta ?

Años más tarde, en los años cincuenta del siglo XVII; un extraño personaje de la época, Francis van den Enden instala en Amsterdam un taller de enseñanza de latín. Dicho taller estaba ubicado en el barrio judío.
Spinoza, que siempre vivía alquilando cuartos en casas de pintores, asiste al taller y aprende latín. Al taller de van den Enden también asistiría otro habitante del barrio, Rembrandt van Rijn y es más que probable que ambos, el pintor y el filósofo hayan tenido algún contacto.

Tiempo después van den Enden se instala en París, donde a su nuevo taller de latín asiste Leibniz. Participa en un complot para asesinar a Luis XIV e instalar una república en Normandía. Pero es capturado y muere decapitado en 1674.

Excelente idea para una obra de teatro corta, los diálogos entre Rembrandt y Spinoza después de la clase de latín, habiendo leído tal vez, a Lucrecio. Y Leibniz leyendo después las anotaciones de Spinoza en un manual usado de latín.

Algún otro la escribirá. No creo que me sea dado el tiempo para poder escribirla pero espero que el autor futuro que no conozco no sea maldecido por ello.

lunes, 18 de enero de 2010

Vittorio o derrota ?

Transcribo un pasaje del libro "Psicomagia" de Alejandro Jodorowsky que me impresionó mucho.

"Una vez vino a verme Vittorio Gassman. Sufría una fuerte depresión y era ya un artista célebre. Al hacer su árbol genealógico vi que su madre deseaba que fuera actor y que él no quería, lo que pagó con dolor. Enfermó y padeció depresiones. Era famoso, pero aquélla no era su vocación. Aunque era un gran actor, eso no le servía de nada. Le recomendé muchas cosas: le dije que fuera a la tumba de su madre, que matara a un gallo y llenara la tumba de sangre, que se untara el pene de sangre y penetrara a su mujer con furia. Me dijo que si no fuera Vittorio Gassman lo haría pero que, siendo lo era, no podía. Dos años más tarde, murió. No había contado esto antes, pero es un buen ejemplo para mostrar que uno puede realizarse obedeciendo a los demás e incluso tener éxito, pero si no eres feliz de nada te sirve."

Independientemente de que creamos o no en la eficacia de los métodos terapéutico-teatrales que emplea Jodorowsky; esta historia está teñida de una profunda tristeza. Su protagonista fue uno de los mejores actores que he visto y desde una lectura a la distancia, su persona se vislumbraba como la de un ganador absoluto de la carrera de la vida. Artista famoso y por ende rico. Dedicado por completo al arte. Muy pocas mujeres bellas se le deben haber resistido a lo largo de su vida.
Pero sin embargo, si lo que cuenta Jodorowsky es cierto; hay mandatos familiares, hay destinos decididos por otros y hay una cierta obediencia que terminan en el pozo negro de la depresión.

Distinto es el caso de Lev Tolstoi, creo. También una figura exitosa en vida pero abrumada hasta la agonía por una sed espiritual frente a la cual, cualquier éxito resulta una idiotez. Pero Tolstoi buscaba a un dios esquivo, en tanto Gassman no supo buscar su propio deseo.

Esa obediencia ciega al mandato paterno, a la parte siniestra del "deber ser"; esa aceptación de las normas sociales tienden demasiado fácilmente a clonar hasta el infinito la tristeza del actor italiano. Que tal vez hubiera llevado una vida mucho más feliz siendo panadero o zapatero.
Pero eso sí mucho más humilde y muchísimo menos expuesta.

Pero cuál es el problema real ? La inexistencia de rebeldía temprana contra los mandatos trascendentes ? Y uso "trascendente" adrede por su connotación religiosa que remite a una fuente exógena muy poderosa de mandatos. Uno mismo por no rebelarse, por no crearse problemas tan temprano en la vida, trata de "encajar". Y con un poco de suerte y otro poco de empeño termina encajando. A veces con un éxito considerable, por lo menos medido en términos económicos.
Y la inercia, la terrible inercia de la vida, hace su juego sin que nos demos cuenta y lo que fantaseábamos cambiar de nuestras existencias en los veintes, es un imposible en los treintas.

Otro de los posibles problemas, es la ignorancia frente al propio deseo. Qué deseo ? Qué quiero de mí ? Son preguntas que muchas veces lleva décadas vislumbrar una respuesta tentativa.
Y mientras tanto los mandatos empiezan a esculpirnos como ellos quieren.

La parte más dolorosa de la historia es para mí, cuando Vittorio expresa que si no fuera él, lo haría. Hay una patética resignación al personaje, propia del soberbio actor que fue ? Hay miedo al cambio o peor aún a la sola posibilidad de encontrar finalmente un atisbo de felicidad en un lado radicalmente distinto de los conocidos ?

De todas maneras, tiendo optimistamente a pensar que por más que los mandatos externos o trascendentes nos cierren las puertas de la alegría "aquí y ahora", las llaves de sus respectivas cerraduras las tenemos nosotros.

Y mirando a nuestros miedos más profundos cara a cara, se abrirán.

Pero, cómo costaría ....

martes, 12 de enero de 2010

Bloody Mary

Joe Boyd es una persona poco conocida. Pero fue un testigo privilegiado de los años '60 en el "swinging London". Es el responsable como productor de las carreras de Fairport Convention (la banda fundadora de la fusión entre el rock y el folclore británico); Nick Drake (la quintaesencia del crooner trágico) y The Incredible String Band (una banda mítica de hippies que lo exploran todo). También es el autor de "White Bycicles" una autobiografía fundamental para entender la explosión de los años 68 al 70. Como bien dice en el libro, la diferencia es que él sí se acuerda algo.

Durante un breve lapso, entre 1968 y 1970 Fairport Convention tuvo una cantante llamada Sandy Denny. Una canción de esa época, "Fotheringay" debe su nombre al castillo donde estuvo presa María Estuardo, reina de Escocia y la letra habla de su destino con una melancolía típicamente inglesa que recuerda a John Dowland.
Poco tiempo después Sandy Denny dejaría la banda para formar la suya que llamó, sugestivamente, Fotheringay. Murió pocos años después por consecuencias de un accidente doméstico, no sin antes haber vislumbrado la fama al cantar junto a Robert Plant en "The Battle of evermore" de Led Zeppelin.

Hace pocos meses, Joe Boyd decidió rejuntar Fairport Convention. De ese concierto, "Fotheringay" cantada por Linde Nijland. En el extremo derecho del escenario, Richard Thompson, mi guitarrista favorito de todos los tiempos.

lunes, 11 de enero de 2010

Le tangó

Cuenta Héctor Ángel Benedetti en su libro "Las mejores anécdotas del tango y otras curiosidades" que un día de junio de 1916 el compositor Juan de Dios Filiberto, a quien vemos a la derecha; se había sentado a probar uno de los tantos pianos del salón de ventas de Casa Breyer, la tradicional casa de música porteña. En determinado momento entró un anciano que se detuvo a escucharlo tocar sus tangos; el joven pianista continuó sin inmutarse. Transcurridos unos instantes, el desconocido hizo un comentario a un hombre que estaba a su lado, y se fue sin ocultar su emoción.

Cuando Filiberto terminó sus interpretaciones, le dijeron de quién se trataba: era un famoso músico francés que había venido al Colón a dirigir una ópera compuesta por él, llamada "Samson et Dalila".

Mientras tanto, el viejo Camille Saint-Saëns se alejaba por la vereda, despacio, conmovido.

Nunca sabremos exactamente lo que pensaba pero puedo intuir que le había gustado el tango.

El jardinero y la Muerte

"Un joven jardinero persa dice a su príncipe:

—¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahán.

El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:

—Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?

—No fue un gesto de amenaza -le responde- sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahán esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahán."

Las versiones más antiguas del viejo y célebre apólogo “El gesto de la muerte” se remontan a la literatura judeo-talmúdica del siglo VI y a la tradición musulmana sufí de los siglos IX al XIII. A partir de un texto muy resumido, inserto en la novela "Le Grand Écart" (1923) del escritor francés Jean Cocteau, alcanzó una gran difusión pues fue recogido en poemas y obras dramáticas y narrativas. La vieja historia de la Muerte, tan sorprendente y efectiva en su brevedad, también sirvió de germen de múltiples recreaciones literarias que conforman otras historias diferentes con distintos finales.

La danza de la muerte

La peinadora daba los toques de último momento al pelo de Norma Fontenla cuando la joven Liliana Belfiore entró en el camarín. Viéndola llegar, Norma comentó:
—Ahí viene la mejor bailarina del Colón.
—¡La mejor bailarina del Colón sos vos! —respondió la peinadora.
—Puede ser —agregó Fontenla—, pero ella es la que me va a reemplazar cuando yo me vaya.
Faltaban muy pocas semanas para el 10 de octubre. El vaticinio de Norma se cumpliría pronto: tras el concurso abierto a fines de ese año, el puesto vacante de primera bailarina fue ocupado por Liliana Belfiore.

El 10 de octubre de 1971 un avión cayó al Río de la Plata y perdieron la vida ocho de los mejores bailarines de ballet que tuvo en toda su historia el Teatro Colón.