jueves, 1 de junio de 2017

Silencio


Acabo de terminar de leer "Silencio", novela publicada en el año 1966 pero reeditada a partir de la película de título homónimo de Martin Scorcese recientemente estrenada.  Silencio (沈黙 Chinmoku, japonés para "Silencio")  de ficción histórica escrita por Shūsaku Endō.  Un joven jesuita portugués, Sebastião Rodrigues (basado en el personaje histórico Giuseppe Chiara), es enviado a Japón para socorrer a la Iglesia local que sufría una terrible persecución en la época de los Kakure Kirishitan ("cristianos ocultos") que siguió a la derrota de la rebelión de Shimabara en 1637.  También debe investigar las denuncias de que su mentor, el padre Cristóvão Ferreira, ha cometido apostasía.4 (Ferreira es una figura histórica, que apostató después de ser torturado y más tarde se casó con una japonesa y escribió un tratado contra el cristianismo.)


Fray  Rodrigues y su compañero Fray  Francisco Garpe llegan a Japón en 1638. Allí se encuentra con la población cristiana local en la clandestinidad. Los funcionarios de seguridad obligan a los que se sospechan de ser cristianos a pisotear el fumie, que eran imágenes de Cristo y la Virgen María toscamente talladas. Los que se niegan son encarcelados y asesinados por anazuri (穴吊り), colgando boca abajo sobre un pozo y poco a poco van sangrado. Aquellos cristianos que pisan la imagen para permanecer ocultos están profundamente avergonzados por su acto de apostasía. La novela relata las tribulaciones de los cristianos y la creciente penuria sufrida por Rodrigues, que aprende más sobre las circunstancias de la apostasía de Ferreira. Por último, Rodrigues es traicionado por el Judas japonés de nombre Kichijiro. En el clímax, cuando Rodrigues pisa un fumie, Cristo aparenta romper su silencio:


"Sin embargo, el rostro era diferente de aquel en que el sacerdote había mirado tantas veces en Portugal, en Roma, en Goa y en Macao. No fue Cristo cuyo rostro estaba lleno de majestad y gloria, tampoco era un rostro embellecido por la resistencia al dolor, ni tampoco era una cara con la fuerza de una voluntad que se ha rechazado la tentación. El rostro del hombre que luego quedó a sus pies [en el fumie] fue hundido y totalmente agotado ... La tristeza que había mirado hacia él [Rodrigues] como los ojos hablaban suplicante: 'Pisotea! Pisotea!" 


Existen sutiles diferencias entre la novela y el libro, a pesar de ser tanto el novelista como el cineasta católicos fervorosos. La película tiene un retrúecano final que explicita lo que en la novela está sólo sugerido pero tanto en ambas el tema del silencio de dios aparece una y otra vez. Cómo dios permanece en silencio cuando sus seguidores sufren, son perseguidos y torturados por su fe en él frente a su cruel impasibilidad. ¿No será que el silencio de dios frente a las súplicas y rezos durante tanto tiempo no resulta simplemente del hecho de que no hay nadie que las escuche ? Pero si dios no existe, y de ahí su monstruoso silencio, sería una idea tan aterradora, arrasaría de forma tan despiadada todo el sentido simbólico de la existencia; que resulta absolutamente prohibida a la vez que temida.
Un dios que nunca responde no debería ser un dios merecedor de creencia, pero a pesar de todo la fe es irreducible. Mandamos tantos mensajes al ser divino y éste nunca clava un "doble tilde azul", chiste millenial.
 Otro tema de la novela es el de si realmente el cristianismo puede "prender" y echar raíces en Japón debido a su tremenda diferencia cultural. Según Endo la cultura japonesa está embebida de tres desprecios fundamentales. Los japoneses permenacen indiferentes a dios, al pecado y a la muerte. Eso tal vez hace que las ideas cristianas tras siglos de occidentalización forzada, no puedan ser ni siquiera comprendidas por la cultura nipona. El Deus de los jesuitas portugueses termina siendo traducido con la palabara que designa al dios sol del Shinto según explica el apostatado padre Ferreyra. También es muy interesante destacar que después de la persecución el cristianismo siguió oculto por más de doscientos años en el Japón pobre y rural.


Kakure Kirishitan (隠れキリシタン? japonés para "cristiano oculto") es un término para referirise a un miembro japonés de la Iglesia Católica que pasó a la clandestinidad luego de la Rebelión de Shimabara en la década de 1630. La historia cuenta que dos campesinos, Hichiemon y Magoemon eran dos amigos que se criaron como cristianos. Un día Magoemon le propuso a Hichiemon a ir a pescar al Río Urakami. Ninguno de los dos sabía si el otro había abandonado la fe. Entonces Magoemon le propuso a Hichiemon crear una organización clandestina para preservar el cristianismo en Japón. Los dos amigos se dirigieron al pueblo para preguntar a cada uno de los aldeanos si aún eran cristianos y entonces formaron una organización con un mizukata que se dedicaba a bautizar a los niños, un chokata que se dedicaba a mantener el calendario litúrgico y una persona que era el jefe de la comunidad cristiana, un puesto que heredaba el hijo mayor de la familia; todos eran laicos ya que ya no existían sacerdotes en Japón.


Esta "Iglesia de las Catacumbas" adoraba en cuartos secretos y en sus hogares. Al pasar el tiempo las figuras de los santos y de la Virgen María fueron transformados en figurines se asemejaban a las tradicionales estatuas de Buda y de los bodhisattvas. las plegarias fueron adaptadas a los cantos parecidos a los budistas, manteniendo muchas palabras sin traducir del Latín, Español y Portugués. La Biblia se pasaba tradicionalmente, debido a que las versiones impresas eran confiscadas por las autoridades. Debido a la expulsión de los sacerdotes, la dirección de los cristianos quedó en manos de laicos que bautizaban a los nuevos cristianos.


La Virgen María era conocida como nandogami o la madre en la alacena ya que la imagen la colocaban en las alacenas del hogar. Cada Año nuevo japonés los cristianos eran obligados a pisar imágenes de la Virgen María y otros santos para probar que no eran cristianos.9 Estas imágenes eran conocidas como fumie y en ella se dibujaban imágenes de Cristo y María a las que debían pisar. En caso contrario se los ejecutaban. Muchos eran asesinados arrojándolos en el volcán del Monte Unzen. 

En 1865 el sacerdote francés Bernard Petitjean edifica una parroquia en Urakami, en las afueras de Nagasaki, para el uso exclusivo de los europeos. Los sacerdotes europeos le habían dejado dicho a los japoneses 200 años antes, algo que sería utilizado como una señal y que ellos preservaron oralmente:

La Iglesia retornará al Japón, y ustedes lo sabrán por estos tres signos: los sacerdotes serán célibes, habrá una estatua de María, y ellos obedecerán al Papa-sama en Roma. 

El 17 de marzo de 1865 Petitjean encontró a 15 japoneses en la puerta de la parroquia.13 El grupo de visitantes se veían asustados. Uno de ellos, de nombre Pedro, se presentó como catequista y preguntó si Petitjean era obediente del "gran jefe del Reino de Roma" y si "no tenía hijos". Luego de que Petitjean respondiera afirmativamente, Pedro dijo feliz que "en casa (Urakami) todos son como nosotros. Todos tienen nuestro mismo corazón". . En 1895 se inicia la construcción de la Catedral de Urakami que culmina en 1917. El 9 de agosto de 1945 la bomba atómica cayó a solo 500 metros de la catedral destruyéndola casi en su totalidad.

 Los misioneros instaron a los kakure a que abandonaran las prácticas paganas, pero sólo la mitad de los kakure decidieron abandonar las antiguas tradiciones y adoptar la ortodoxia católica. Los kakure que mantuvieron las prácticas sincréticas fueron conocidos como "hanare kirishitan" (離れキリシタン,) o "cristianos separados".

Muchos cristianos escaparon a islas aisladas para no apostatar de su fe, otros se refugiaron en el Valle de Urakami. Los cristianos se quedaron sin sacerdotes y los laicos se organizaron como pudieron. Designaron a un hombre para bautizar, a otro para mantener el conteo del calendario litúrgico y a un jefe de la iglesia o chokata.

El jesuita Diego Yuuki define a la fe de los kakure como "una mezcla de Budismo, Shintoísmo, Animismo y lo que los kakure piensan que es Catolicismo. Ellos no tienen Biblia. El significado de la Trinidad para ellos se ha perdido."

Los kakure tenían un texto llamado el Tenchi Hajimari no Koto o el "Origen de los Cielos y la Tierra". En el Tenchi Maruya (la Virgen María) nace en Rusun (Roson o Luzón). el rey de Rusun corteja a Maruya pero ella decide mantenerse virgen y entonces asciende a los Cielos para escapar del acoso del rey que muere de pena. Deusa o Dios le pide a Maruya que vuelva a la tierra para que da a luz a un niño. Maruya acepta y Deusa desciende en forma de mariposa que entra por la boca de Maruya y esta concibe y tiempo después da a luz a un niño en el pueblo de Beren o Belén.

Claramente la separación total de la fuente de las creencias, en este caso los misioneros occidentales, dejó aislados a los kakure y a los hanare que siguieron evolucionando hacia una forma muy sincrética y rara de cristianismo que ya no podría tildarse de tal, de acuerdo al Tenchi Hajimari no Koto.  Es decir una religión implantada por gentes de otra cultura venidos de lejos, convence a campesinos y pescadores miserables y analfabetos, casi esclavos. Estos son rápidamente perseguidos y asesinados por un régimen central militarista y cruel que intenta extirparlos por completo dando lugar a un sinfín de absurdos martirios. Durante más de 200 años permanecen en secreto manteniendo lo que pueden de sus practicas religiosas en la clandestinidad total y repitiendo sus ritos y creencias de forma oral casi siempre. 
¿No es ésta la descripción perfecta del cristianismo de los primeros 250 años de su historia en Roma ? Pasó exactamente lo mismo, en vez de campesinos y pescadores fueron esclavos y legionarios analfabetos. En vez de ser asesinados por samurais lo eran por pretorianos y en vez de refugiarse en alejadas islas del archipiélago japonés lo hacían en las catacumbas de Roma.

Tal vez  el  inquisidor japonés y el padre Ferreyra tenían razón, los japoneses nunca entendieron el cristianismo. Y los Kakure y los Hanare Kirishitan generaron una religión que es una deformación que en nada se parece al original.
¿No habrá pasado lo mismo con el cristianismo primitivo?  Esclavos y legionarios analfabetos en un lugar muy alejado del origen, de hecho la patria de los ejecutores de la muerte de su oriental fundador,  pervirtieron y deformaron a su gusto una religión que nunca entendieron demasiado ya que venía de un contexto, Medio Oriente, muy distinto al de ellos.  Nunca nadie entiende demasiado algo muy diferente de su cultura, ni los pescadores japoneses del siglo XVII ni los esclavos grecorromanos del siglo II cuando alguien les habla de una religión de más allá los mares.  EL rey de Rusun cortejando a la virgen María sería tan alejado de la prédica hipotética de un rabbí judío como las bulas de los papas romanos. 

Y eso es lo que hoy conocemos como cristianismo.  


Apéndice Musical

El musicólogo Tatsuo Minagawa, realizó una investigación en los archivos europeos y encontró una gran cantidad de obras religiosas europeas que aún cantan los kakure.Una de las características que distinguen a los “cristianos escondidos” actuales es la conservación de una serie de oraciones que ellos llaman ‘orasho’, palabra que se supone que se ha derivado del vocablo latín ‘oratio’. 

‘Orasho’, para ellos, son las oraciones, rezadas o cantadas, que han sido transmitidas de padres a hijos primero en clandestinidad durante doscientos cincuenta años en la época de la persecución del cristianismo en Japón y después dentro de las pequeñas comunidades que optaron por mantener esos usos religiosos sin reintegrarse a la iglesia católica durante unos ciento cincuenta años hasta la actualidad.

En la época en que estaba prohibido el cristianismo, la labor de transmisión de su ‘orasho’ constituía una de las obligaciones fundamentales de los “cristianos escondidos” y fue llevada a cabo con el máximo sigilo y cuidado. No se debía copiar ni anotar nada en un papel. Todo se aprendía oralmente, boca a boca. Dicen que en su época el que aprendía el ‘orasho’ se metía debajo de un edredón con su preceptor para que no se les oyera nada y siempre colocaban a un compañero de vigilante en el portal de la casa. Y el período de este aprendizaje se limitaba a ‘la época triste de primavera’ como llaman ellos, es decir durante la época de la cuaresma. Y si no se conseguía aprenderlo todo en este limitado espacio de tiempo, se tenía que dejar la labor para el siguiente año. 

Concretamente en la pequeña isla de Ikitsuki, con extención de unos 17 kilómetros cuadrados, de la región de Nagasaki, existe un reducto de los antiguos “cristianos escondidos” con su ‘orasho’ muy característico y bien conservado.

Gracias a Tatsuo Minagawa, podemos conocer y escuchar los rezos del ‘orasho’ en forma de CD con las grabaciones realizadas por unos ‘cristianos escondidos’ de avanzada edad de la isla de Ikitsuki. Su ‘orasho’ está compuesto por tres cantos y una treintena de oraciones, algunas en japonés y otras en un lenguaje irreconocible, quizás en latín deformado por tantos siglos de transmisión oral por medio. El prof. Minagawa primero consiguió identificar dos de los tres cantos que forman parte de este ‘orasho’ con los cantos religiosos que aparecen impresos en el “Manuale ad Sacramenta” publicado en Nagasaki en 1605. Por ejemplo, uno de ellos que lleva el título de ‘Raodate’ en el ‘orasho’, tiene su origen en el canto religioso de “Laudate Dominum Omnes Gentes” cuya partitura aparece en dicho libro de 1605 con la letra sacada de un pasaje de los Salmos. 

Sin embargo, en cuanto al tercer canto llamado “Gururiyoza” transmitido por ellos, no había podido identificarlo con ninguno de esos cantos standard que se solían cantar en la iglesia católica en aquella época. Y finalmente en 1982 el Prof. Minagawa encontró en la Biblioteca Nacional de Madrid una antigua colección de cantos religiosos publicada en 1553 con la partitura original de un canto religioso regional de España que lleva el título de “O Gloriosa Domina” y descubrió que tanto su melodía como su letra en latín ofrecían unas similitudes increíbles con el “Gururiyoza”. Es decir, no cabía duda de que el vocablo ‘gloriosa’ del latín se había convertido en el indescifrable vocablo ‘gururiyoza’ del ‘orasho’ en estos cuatrocientos años largos de transmisión oral. 



https://www.youtube.com/watch?v=oWTC6xa-3i8


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