"Yo, Kuttamuwa, siervo de Panamuwa, soy el que ha supervisado la producción de esta estela para mi mientras aún vivo. La coloqué en una cámara eterna y dispuse un festejo en esta cámara: un toro para Hadad (el dios de la tormenta), un carnero para Shamash (dios del Sol), y un carnero para mi alma que está en esta estela".
Es el texto de una estela funeraria del siglo VIII antes de Cristo. Para algunos es la primera prueba de la creencia de que la identidad perdurable o 'alma' del difunto habitaba el monumento en el que se esculpía su imagen y sobre el que se registraron sus últimas palabras.
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Lo llamativo es que Kuttamuwa sostiene un vaso, tal vez de vino y está sentado a la mesa con alimentos servidos.
Si es la primera prueba escrita de la creencia en el alma separada del cuerpo, conserva todavía bastante apetito.
No sé si el alma sobrevive a la muerte física, creo que no. Incluso dudo de la existencia del alma como la conciben las religiones; pero la idea de un alma inmensamente golosa y hambrienta, por lo menos en vida, me gusta mucho.
Cuál sería el alimento de un alma golosa ? Con qué alimentan a sus almas ?
miércoles, 19 de noviembre de 2008
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1 comentario:
Pensando en el alma así, como la plantea, golosa y hambrienta...
Música, mucha música y vino tinto. Pienso que mi alma viviría borracha!
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