Almuerzo mirando a través de un gran ventanal que da a una calle céntrica peatonal.
Es un espectáculo maravilloso tener unos momentos de relajación mirando a la gente pasar.
Algo que cada vez se hace menos, porque cada vez tenemos menos cafés y más coffe shops.
Se me ocurren dos ideas.
La primera, que es recursiva, es que los pensamientos propios de lo que creo es mi yo; son como las personas que deambulan rápidamente por la peatonal. Si yo mismo soy la persona que está relajado tomando un café mientras mira por la ventana; mis pensamientos son las personas que pasan alborotadas durante un instante por mi vista y luego se pierden para siempre.
Pero si eso es así, quién es el que está de este lado del vidrio ?
La segunda idea tiene que ver con la belleza femenina.
No pretendo ocultar que mi mirada se posaba con más intensidad sobre las mujeres jóvenes que pasaban y llamaban mi atención.
Cualquiera sabe lo que le gusta y le atrae, o por lo menos debería saberlo. Por lo tanto tengo algo así como una idea de lo que debe ser una mujer que me gusta. Supongamos que dicha idea es como una frase musical. Entonces todas las mujeres que me llaman la atención o me parecen bellas, son variaciones sobre la misma melodía. Podrán ser variaciones melódicas, variaciones rítmicas, contrapuntos o cualquier otra técnica usada por los grandes maestros. Pero toda la belleza de todas y cada una de las mujeres es una variación en sí misma.
En las variaciones musicales tiendo a pensar que en la melodía original, ya están contenidas todas las variaciones que vendrán a posteriori. Y no soy el único que piensa así. Por algo Bach al final de sus variaciones Goldberg indica “aria da capo”.
Tal vez el amor sea reconocer en la mujer de uno a la melodía principal de las variaciones de la belleza y descubrir, no sin cierto asombro, que la belleza de la mujer que amamos contiene todas las bellezas.
Es un espectáculo maravilloso tener unos momentos de relajación mirando a la gente pasar.
Algo que cada vez se hace menos, porque cada vez tenemos menos cafés y más coffe shops.
Se me ocurren dos ideas.
La primera, que es recursiva, es que los pensamientos propios de lo que creo es mi yo; son como las personas que deambulan rápidamente por la peatonal. Si yo mismo soy la persona que está relajado tomando un café mientras mira por la ventana; mis pensamientos son las personas que pasan alborotadas durante un instante por mi vista y luego se pierden para siempre.
Pero si eso es así, quién es el que está de este lado del vidrio ?
La segunda idea tiene que ver con la belleza femenina.
No pretendo ocultar que mi mirada se posaba con más intensidad sobre las mujeres jóvenes que pasaban y llamaban mi atención.
Cualquiera sabe lo que le gusta y le atrae, o por lo menos debería saberlo. Por lo tanto tengo algo así como una idea de lo que debe ser una mujer que me gusta. Supongamos que dicha idea es como una frase musical. Entonces todas las mujeres que me llaman la atención o me parecen bellas, son variaciones sobre la misma melodía. Podrán ser variaciones melódicas, variaciones rítmicas, contrapuntos o cualquier otra técnica usada por los grandes maestros. Pero toda la belleza de todas y cada una de las mujeres es una variación en sí misma.
En las variaciones musicales tiendo a pensar que en la melodía original, ya están contenidas todas las variaciones que vendrán a posteriori. Y no soy el único que piensa así. Por algo Bach al final de sus variaciones Goldberg indica “aria da capo”.
Tal vez el amor sea reconocer en la mujer de uno a la melodía principal de las variaciones de la belleza y descubrir, no sin cierto asombro, que la belleza de la mujer que amamos contiene todas las bellezas.
9 comentarios:
es terriblemente romántico esta última frase!
suena como a final de novela de jane austen
Sorpresa su blog!
Vengo desde otro que me trajo hasta aquí, leí aquel post que levantó en octubre y otros.
Me resulta interesante.
Se puede preguntar?
Si no le parece apropiado responder, sabré entender:
¿Por qué cree que no hay ficción en los blogs?
Me quedé pensando en ese tema. Sepa disculpar si no le resulta oportuna esta pregunta, justo cuando usted habla de la belleza femenina y sus variantes, en término melódicos.
Saludos.
Dimi, gracias. Tendré que releer a doña Jane, pues.
Magah,
gracias por visitar.
Yo dije que no hay fricción en la blogosfera, no ficción.
Ficción la hay y mucha, lamentablemente la gran mayoría bastante mala, a mi entender.
Lo que no hay es fricción, debate, roce, intercambio desde posiciones encontradas.
UUUUUUUUUUUUUUH Mi amigo que mala manera la mía de debutar en su blog!
Sepa disculparme y de verdad gracias por la respuesta, ahora me cierra mas...
Acuerdo entonces y entendido.
Gracias!
PD: No he venido a hacer friccioón, no es lo que mejor me sale, pero me gusta leerla, aprendo y muevo estructuras. jaja lo mio intenta ser la ficción.
Abrazo!
venga, goolian, hablar de Bach y la belleza femenina en el mismo post... más que bien... salute!
No importa Magah.
Bienvenida
Stessa, es que siempre hablamos de lo mismo.
Qué maravillosa tu reflexión final...
¡Gracias!
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