jueves, 26 de enero de 2017

Contra las redes

Es bastante probable que en el lapso de nuestras vidas veamos una tendencia cibernética bastante inquietante.
¿Nunca les pasó que entraron a buscar un producto que querían comprar en la web y durante varios días con posterioridad al entrar a su mail aparecen avisos del mismo producto, al entrar a su Facebook aparecen posts comerciales de lo mismo e incluso reciben un par de mails ofreciendo el mismo producto?  Lo mismo pasa para un viaje de vacaciones cuando reciben miríadas de ofertas para el lugar que buscaron sólo una vez. Todo eso lo hacen algoritmos dentro de la red que buscan todo el tiempo construir un perfil de consumidor lo más acertado posible a los efectos de maximizar las ventas y las ganancias. Nosotros no nos damos cuenta pero la información sobre nosotros mismos que tan alegremente difundimos en la WWW (que nos interesa comprar un nuevo smart phone Samsung o que nos gustaría ir una semanita a Buzios) vale mucho dinero y es vendida y traficada en la red a nuestras espaldas.


Pero la cosa se pone aún peor ya que estos algoritmos de las redes, residentes en las nubes inaccesibles de granjas de servidores  (ya suena como un Olimpo informático postmoderno)  son cada vez más inteligentes y pueden no sólo anticipar nuestros deseos sino también llegar a saber más de nosotros que nosotros mismos.
Cito textualmente al libro de Yuval Noah Harari, "Homo Deus"  del año 2016, que trata sobre nuestros futuros posibles como especie humana o post humana.
"Un estudio reciente encargado por la némesis de Google, Facebook, ha indicado que ya en la actualidad el algoritmo de Facebook es un mejor juez de las personalidades y disposiciones humanas incluso que los amigos, familiares y cónyuges. El estudio se realizó con 86.220 voluntarios que tienen una cuenta de Facebook y que completaron
un cuestionario de de personalidad compuesto por 100 puntos. El algoritmo de Facebook predecía las respuestas de los voluntarios basándose en sus "me gusta" de Facebook; qué páginas web, imágenes y videos destacaban con la opción "me gusta". Las predicciones del algoritmo se compararon con las de los compañeros de trabajo, amigos, familiares y cónyuges. De manera sorprendente, el algoritmo necesitó un conjunto de sólo 10 "me gusta" para superar las predicciones de los compañeros de trabajo. Necesitó 70 "me gusta" para superar las de los amigos, 150 para superar las de los familiares y 300 para hacerlo mejor que los cónyuges . en otras palabras, si el lector ha pulsado 300 veces "me gusta" en su cuenta de Facebook ¡el algoritmo de Facebook puede predecir sus opiniones y deseos mejor que su esposo o esposa!
De hecho en algunos ámbitos, el algoritmo de Facebook lo hacía mejor que la propia persona. Se pidió a los participantes que evaluaran cosas tales como su nivel de uso de drogas o el tamaño de sus redes sociales. Sus juicios fueron menos precisos que los del algoritmo. La investigación concluye con la siguiente predicción (que hicieron los autores humanos del artículo, no el algoritmo de Facebook): " La gente podría abandonar sus propios juicios psicológicos y fiarse de los ordenadores en la toma de decisiones importantes en la vida, como elegir actividades, carreras o incluso parejas. Es posible que estas decisiones guiadas por los datos mejoren la vida de las personas".
Con una nota más siniestra, el mismo estudio implica que en las próximas elecciones presidenciales Facebook podría conocer no solo las opiniones políticas de decenas de millones de estadounidenses, sino también quiénes de ellos son los trascendentales votantes que cambiarán su voto, y en qué sentido lo harán. Facebook podría decirnos que en Oklahoma la carrera entre republicanos y demócratas es particularmente reñida, Facebook podría identificar a 32.417 votantes que todavía no han decidido a quién votar, y Facebook podría determinar qué es lo que cada candidato necesita decir para inclinar la balanza. ¿Cómo podría Facebook obtener esos datos políticos inestimables?
Se los proporcionamos gratis.
En el apogeo del imperialismo europeo, conquistadores y mercaderes compraban islas y países enteros a cambio de cuentas de colores. En el siglo XXI, nuestros datos personales son probablemente el recurtso más valioso que la mayoría de los humanos aún pueden ofrecer, y los estamos cediendo a los gigantes tecnológicos a cambio de servicios de correo electrónico y divertidos videos de gatitos."

Sin palabras.

2 comentarios:

la stessa ma altra dijo...

uffffffffffffffffffffff (las palabras huelgan; total, ya con el bufido los algoritmos funcan igual)

betafelt dijo...

Tremendo!!!!! apocalíptico. Es mejor entrar a Fb, mirar y no hacer nada...solo voyerismo cibernético.