martes, 16 de febrero de 2010

Variaciones sobre el efecto Mozart

Del excelente blog I hate music ! de Frank Ar me permito copiar una idea que él a su vez sacó de otro blog. La blogosfera es así, qué se la va a hacer. El perfecto espacio memético.

Ya cansados de las espúreas aplicaciones "new age" del "efecto Mozart" que tanto servía para dormir bebés como para incrementar la producción lechera de los tambos (denoto la aparente ligazón entre las dos funciones, los bebés toman mucha pero mucha leche); decidimos experimentar con otros compositores.
  • Efecto Liszt: el niño habla rápidamente, y con extravagancia, pero nunca dice algo realmente importante.
  • Efecto Bruckner: el niño habla muy despacio y se repite frecuentemente así mismo, gana reputación por su profundidad.
  • Efecto Wagner: el niño se vuelve un megalómano, y eventualmente se casará con su hermana.
  • Efecto Mahler: el niño continuamente grita —con gran volumen y logitud— que está muriendo.
  • Efecto Schoenberg: el niño nunca repite una palabra antes de que haya usado todas las otras que tiene en su vocabulario, a veces habla al revés y eventualmente la gente deja de escucharlo, por lo que el niño los culpa por su incapacidad para entenderlo.
  • Efecto Ives: el niño desarrolla una gran habilidad para llevar a cabo varias y distintas conversaciones a la vez.
  • Efecto Bartók: el niño se vuelve cada vez más disonante, tiene problemas para mantener la armonía entre sus compañeros, dificultad para seguir las reglas, presenta cada vez un peor tono en todo y es incapaz de resolver nada.
  • Efecto Beethoven: el niño pasa demasiado tiempo al piano y se vuelve sordo (si el niño no sufre de sordera, es el efecto Wakeman).
  • Efecto Brahms: el niño es capaz de hablar con belleza mientras sus frases contengan un múltiplo de tres palabras (3, 6, 9, 12, etc), sin embargo, sus frases que contienen cuatro u ocho palabras carecen de inspiración.
  • Efecto Cage: el niño no dice nada por 4 minutos, 33 segundos, y es el preferido de 9 de cada 10 maestros de aula.

13 comentarios:

hugo dijo...

muy bueno

que le parece el efecto richard strauss: el niño dice "business is business" (en alemán)

Roedor dijo...

No te permito lo de Liszt. Yo amo a Liszt, y por consiguiente a su protegido, el que pusiste dos lugares más abajo.

Cosas curiosas del azar: la palabra clave que tuve que tipear es "Glynca". No se escribe igual, pero suena idéntico. Alguien nos está espiando...

Roedor dijo...

Me olvidaba: quiero escuchar las de Chopin y las de Piotr Ilych. Dos faroleros, jaja! Uno haciéndose el sensible y el otro el fogoso. Igual me gustan.

Anónimo dijo...

Muy bueno, igual admito que ciertas cosas no me parecen. ¡No se meta con Bruckner!

goolian dijo...

hugo, muy buen aporte.
roedor, Lizt es fascinante por supuesto. Y el big brother que puso Glinka debe ser un ex KGB.
Iván, compré hace poco la romántica de Bruckner por Philippe Herreweghe un director más asociado con el alto barroco, excelente versión, la conoce ?

Anónimo dijo...

No la conozco. Pero usted que sabe, ¿cuál es la interpretación "canónica" de la romántica?

hugo dijo...

tengo la "Misa Solemne" de beethoven por harreweghe goolian, con la orquesta de los campos elíseos y los coros de la capilla real y del collegium vocale, grabada en vivo. por lo visto parece que el director va ampliando su campo...

Vanessa Alanís dijo...

jejejeje me encantó... tal vez Loren escucha demasiado Mahler jejejejeje

cual sería el efecto vivaldi?

acá en casa aparecieron dos caranchos, me bailan la danza del apareo o la macarena, no estoy segura, y se comen los xitomates... pensé en llamarlos huginn y muninn, pero terminaron siendo pituca y petaca

y la última vez que publiqué en tu blog la palabra clave era: rednek

lo juro por el disco de cecilia bartoli

un beso

Unknown dijo...

Me encantó el efecto Beethoven pero sin duda está faltando el efecto Chopin

goolian dijo...

Iván sinceramente no lo sé. A esta altura las diferentes interpretaciones de una obra clásica me parecen algo entremedio de un discurso de poder y una elección estética.
Por ejemplo, Savall y la orchestre des nations grabaron la "Heroica" de Beethoven con menos instrumentos, con cuerdas de tripa y realmente suena distinto. O Archibudelli grabó el trio en Eb de Schubert en el mismísimo pianoforte en el que Franz lo compuso. Y no tiene nada que ver con un Bosendofer o Steinway actual.
En algunos casos creo que el historicismo es muy bueno, lejos están las épocas de I solisti de Zagreb haciendo Vivaldi o Karajan haciendo las pasiones de Bach con piano. Ojo que Karajan me encanta pero estaba totalmente fuera de estilo.
Pero por otro lado tenemos a un Glenn Gould que supo leer a Bach como ningún historicista o clavecinista posterior pudo superar después.
En fin, creo que todo esto nos habla de lo imperfecta e incompleta que es, a pesar de su aparente complejidad; la escritura musical.
Que es en definitiva lo único que tenemos para acercarnos a genios como Bach, Mozart o Beethoven.

goolian dijo...

hugo, sí la tengo también, como asimismo "La infancia de Cristo" un obra poco frecuentada de H, Berlioz por él.
No sé si son directores historicistas que buscan ampliar su mercado o simplemente "chapa"; o sus búsquedas estéticas los llevan a eso.
Otro caso podría ser Harnoncourt haciendo Dvorak, que es muy bueno.
O el Requiem de Mozart, por Savall.

Después de todo, con toda la furia y la moda, la música barroca o mal llamada antigua, sigue siendo sólo un nicho pequeño de un mercado de por sí ya elitista.

goolian dijo...

Sergio, No sé lo voy a pensar.

goolian dijo...

Dimi, nos vigilan qué duda te cabe ?
Vivaldi, como maliciosamente dijo Stravinsky no compuso 450 conciertos, sino que escribió 450 veces el mismo concierto.

Alimenteme bien los cuervitos, que sino le mando al lobo Fenrir.