lunes, 25 de enero de 2010

Llanto ruso

Cuenta Pablo Gianera en un reciente artículo que "pocas cosas habrían complacido más a Sergéi Prokófiev que recibir la noticia de la muerte de Josef Stalin. Lamentablemente no tuvo tiempo. Los dos murieron el mismo día, el 5 de Marzo de 1953. Hubo una gran confusión nacional que conspiró contra el funeral del músico, sofocado por las regias exequias del "padrecito de los pueblos". Pocos músicos lo habrán llorado.
Incluso alguien encontró llorando a la hermana del pianista Emil Gilels y trató de consolarla. "Ya tendremos otros líderes", le dijo.
Pero la mujer respondió "Me importa un bledo Stalin; lloro por la muerte de Prokófiev".

Me atrevo a sostener que las personas tienden a dividirse entre las que llorarían a Stalin y las que llorarían a Prokófiev. Y que las primeras serían mucho más numerosas.

2 comentarios:

Diego dijo...

Muy buena categorización de la humanidad.

Vanessa Alanís dijo...

por suerte, al final... nos vamos a morir todos... quedate tranqui