Me quedé pensando en lo que escribí esta mañana sobre las palabras. Se ve que el tema da para más.
Cuando a la tarde me puse a jugar con mi hijo que está en un proceso de supernova del lenguaje aprendiendo a ritmo exponencial; tuve una visión del tema totalmente distinta pero tal vez complementaria.
Para él las cosas adquieren realidad cuando aprende su nombre. Los elefantes existen en su visión del mundo porque sabe decir elefante, pero gliptodonte no es un término que conozca y si le muestro una imagen de ese dinosaurio diría "elefante raro" o "animalito".
Su capacidad de generación de lenguaje va construyendo su realidad. Pero qué pasa con la realidad que yo por lo menos sé que existe, pero él todavía no la nombra ? Yo sé que existen o existieron los gliptodontes pero para él directamente son parte de una vaguedad borrosa muy parecida a la irrealidad.
Entonces, como me parece que uno de los grandes errores de nuestra forma de pensar es creer que existen términos absolutos en vez de gradaciones cuasi infinitas; es muy probable que mi lenguaje y mi construcción de realidad mental estén sólo unos cuantos escalones más arriba que los de mi hijo. Pero ambos tan alejados del total de lo real como el 50 y el 10.000 del infinito.
Creemos que nuestro "mapa" del lenguaje es el territorio de la realidad y no lo es.
Creemos que nuestro "mapa" cubre una porción muy grande de la realidad y simplemente no tenemos ni idea del inmenso infinito que ni siquiera percibimos porque no lo podemos nombrar.
A mi hijo no le importa, por lo menos todavía, no saber que existe la palabra "gliptodonte", pero a mí la idea de que mi lenguaje, mi construcción linguística de la realidad, mi mapa imperfecto de abstracciones; sea tan inadecuado e incompleto como una carta náutica fenicia para viajar a Alpha Centauri; en algún punto me tranquiliza.
Cuando a la tarde me puse a jugar con mi hijo que está en un proceso de supernova del lenguaje aprendiendo a ritmo exponencial; tuve una visión del tema totalmente distinta pero tal vez complementaria.
Para él las cosas adquieren realidad cuando aprende su nombre. Los elefantes existen en su visión del mundo porque sabe decir elefante, pero gliptodonte no es un término que conozca y si le muestro una imagen de ese dinosaurio diría "elefante raro" o "animalito".
Su capacidad de generación de lenguaje va construyendo su realidad. Pero qué pasa con la realidad que yo por lo menos sé que existe, pero él todavía no la nombra ? Yo sé que existen o existieron los gliptodontes pero para él directamente son parte de una vaguedad borrosa muy parecida a la irrealidad.
Entonces, como me parece que uno de los grandes errores de nuestra forma de pensar es creer que existen términos absolutos en vez de gradaciones cuasi infinitas; es muy probable que mi lenguaje y mi construcción de realidad mental estén sólo unos cuantos escalones más arriba que los de mi hijo. Pero ambos tan alejados del total de lo real como el 50 y el 10.000 del infinito.
Creemos que nuestro "mapa" del lenguaje es el territorio de la realidad y no lo es.
Creemos que nuestro "mapa" cubre una porción muy grande de la realidad y simplemente no tenemos ni idea del inmenso infinito que ni siquiera percibimos porque no lo podemos nombrar.
A mi hijo no le importa, por lo menos todavía, no saber que existe la palabra "gliptodonte", pero a mí la idea de que mi lenguaje, mi construcción linguística de la realidad, mi mapa imperfecto de abstracciones; sea tan inadecuado e incompleto como una carta náutica fenicia para viajar a Alpha Centauri; en algún punto me tranquiliza.
4 comentarios:
Es por eso que el lenguaje tiene trascendencia tan definitoria en la comprensión de la realidad y en la manera de pensar, directamente como condicionamiento. Tan vez por ello la moderna etnología se ocupa de las agrupaciones por comunidad lingüística, y no religiosa, o "racial", etc.
Ello se muestra más evidente ante los términos abstractos. Nosotros en el español no tenemos "Dasein" y los angloparlantes no han tenido "Nación" hasta el siglo XX.
Cordiales saludos.
si.
interesante y vertiginosa reflexion.
la adquisicion de la capacidad simbolica para representar el mundo real (noumenal, cosa-en-sí, etc...) es apasionante y controversial en la literatura.
¡El gliptodonte no es un dinosaurio, animal! Te gusta jugar con palabritas? ¡Agarrá el diccionario!
con todo cariño
Touché !
el gliptodonte es un mamífero.
Cero en paleontología.
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