martes, 31 de marzo de 2009

Poemas en espejo

William Butler Yeats fue un poeta y dramaturgo irlandés nacido en Dublín en 1865 y muerto en Francia en 1939. Fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1923.
Hace muchos años que leí y me gustó el siguiente poema que incluso se lo dediqué a la que hoy es mi mujer. Aclarando que era de Yeats por supuesto.

Cuando estés vieja y gris y soñolienta,
Y cabeceando junto al fuego, tomes este libro,
Y leas lentamente, y sueñes con la mirada suave
Que tus ojos un día tuvieron, y con sus profundas sombras;

Cuántos amaron tus momentos de alegre gracia,
Y amaron tu belleza con amor falso o verdadero,
Pero un hombre amó el alma peregrina dentro de ti,
Y amó los dolores de tu rostro que cambiaba;

E inclinándote junto al resplandor de los leños,
Murmures, un poco triste, cómo huyó el Amor
Y se fue por sobre las montañas
Y escondió su rostro entre una multitud de estrellas.

When you are old and grey and full of sleep,
And nodding by the fire, take down this book,

And slowly read, and dream the soft look

Your eyes had oncee, and of their shadows deep;


How many loved your moments of glad grace,

And loved your beauty with love false or true,

But one man loved the pilgrim soul in you,

And loved the sorrows of your changing face;


And bending down beside the glowing bars,
Murmur, a little sadly, how Love fled

And paced upon the mountains overhead
And hid his face amid a crowd of stars.


El final es un poco desesperanzado y lleno de tristeza por lo que no fue.
Pero como el poeta está hablando del futuro, la amada todavía está a tiempo de cambiar de idea.
Cosa que sugiere el poeta francés Pierre de Ronsard (1524-1585) en forma explícita en este poema que descubrí mucho después.
Pierre de Ronsard fue el "príncipe de lo poetas" en el Renaciemiento francés. Formó parte de La Pleyade, preceptor de Jean Antoine de Baif e inspiró el manifiesto literario "Defensa e ilustración de la lengua francesa" de 1549.


Cuando seas vieja, tarde, a la luz de la vela,
Hilando y tejiendo sentada junto al fuego,
Cantando mis versos maravillada dirás:
Ronsard me celebró en tiempos que era bella.

No habrá sirvienta que oyendo tal noticia,
Ya a medias dormitando sobre las labores,
Que al ruido de mi nombre no se haya despertado,
Bendiciendo tu nombre con eterna alabanza,

Yo estaré bajo tierra, fantasma sin huesos,
Entre sombras floreidas encontraré reposo:
Tú serás una vieja acurrucada en el hogar,

Lamentando mi amor y tu fiero desdén.
Si me crees, vive, no esperes el mañana,
Recoge hoy sin falta las rosas de la vida.

Quand vous serez bien vielle, au soit, á la chandelle,
Assise auprés du feu, dévidant et filant,
Direz chantant mes vers, en vous esmerveillant:
Ronsard me celebroit du temps que j'estois belle.

Lors vous n'aurez servante oyant telle nouvelle,
desja sous le labeur á demy sommeillant,
qui au bruit de mon nom ne s'aille resveillant,
benissant votre nom de louange inmortelle.

Je serai sous la terre, fantomé san os,
Par les ombres myrteux je prenday mon repos:
Vous serez au fouyer une vielle accroupie,

Regrettant mon amour et votre fier dédain,
Vivez, si m'en croyez, n'attendez á demain:
cueillez dés aujourd'hui les roses de la vie.

Será que la vejez junto al fuego es el tiempo de arrepentirse de los amores pasados ?





9 comentarios:

Claude dijo...

El de Yeats lo conocía, el otro no. Una vez un amigo me dijo que su abuela le había sido: “Si volviera a ser joven, sería la más atorranta de todas”.

lilith dijo...

A pesar de todo (el vacío y la soledad) tanto en la plenitud como en la vejez
creo que siempre preferible será arrepentirse de un amor vivido,
aunque pisoteado y desgarrado nos hayan,
que de amar no haber sido capaz.

goolian dijo...

Es más triste arrepentirse de lo que que no se hizo que de lo que e hizo.
Un amigo mío contó que en medio de la selva boliviana del Departamento de Moxos, en una iglesia jesuítica del siglo XVII encontró esta frase de Erasmo de Rotterdam :"quien hace algo, se puede equivocar, quien no hace nada ya está equivocado!"

Unknown dijo...

Buen Blog.

anita dijo...

"Será que la vejez junto al fuego es el tiempo de arrepentirse de los amores
pasados ?"

Decís al final de las bellísimas poesías de Ronsard y Yeats...

Doy vuelta tu pregunta:

¿Por qué será que al pensar en la vejez, siempre asumimos que estaremos
sentados junto al fuego?


Ana

goolian dijo...

Anita, gracias por pasar.
Porque la vejez suele estar acompañada por una sensación de frío, ya sea en el cuerpo o en el alma.

anita dijo...

Entonces... pareciera que no es nada agradable llegar a viejo...

goolian dijo...

Según estos poetas, viejo y solo seguro.
A mí la soledad no me preocuparía tanto como la enfermedad o el dolor.
Pero agradable, muchas veces no es.

anita dijo...

Preferiría no llegar a vieja...

No le temo a la muerte, pero la vejez me paraliza...