viernes, 19 de febrero de 2010

Tombeaux

Todavía recuerdo tu calidez.

Y algunas veces creo percibir en la brisa tu perfume.


Ha pasado ya mucho tiempo.

Mucho más que el breve momento en que coincidimos.


Tomamos caminos distintos, nada más.

O simplemente elegimos no detenernos en nosotros.


Nunca más supe de vos.

Hasta hoy, que la certeza de tu muerte me arrancó un pedazo de corazón.


Intento consolarme pensando que fuiste amada por un buen hombre.

Que cuatro hijos llenaron de risas y ruido tu casa.


La finitud de las cosas no les resta importancia en lo más mínimo.

Pero todo lo sólido se desvanece en el aire.


Hasta la tristeza.


5 comentarios:

Vanessa Alanís dijo...

todo lo sólido se desvanece en el aire...

empezando por nosotros

sharif dijo...

"O simplemente elegimos no detenernos en nosotros." ¡cuántas veces pasa!
Y no sé si es peor darse cuenta o no...

goolian dijo...

Diminui, estaba seguro que entenderías la frase.
Después de todo es una cita del "Manifiesto Comunista" y el título de un gran libro.
A pesar de eso algunas cosas sólidas nuevas aparecen, como Helena.
O sino habrá que apostar a lo evanescente.
Como la música.

goolian dijo...

Ana, cuántas veces uno destruye una relación afectiva porque cree que lo espera algo mejor. Que a veces llega, a veces no.

goolian dijo...

In dulcedo memoriam.
MB de L.