lunes, 7 de febrero de 2011

El "no-lugar"

Marc Augé es un antropólogo nacido en 1935, especializado en la etnología, es decir estudia las distintas culturas humanas a lo largo del tiempo. En su obra destaca una aproximación al concepto de la "sobremodernidad" construido a partir de una reflexión sobre la identidad del individuo en función de su relación con los lugares cotidianos y la presencia de la tecnología.

También podemos la sobremodernidad como la aceleración de todos los factores constitutivos de la modernidad, del siglo XVIII y XIX. Según Augé, en la sobremodernidad, se tiene una relación nueva con los espacios del planeta, y una individualización nueva. También se conocen tantos acontecimientos a través de la televisión, y de los medios de información en general, que tenemos la sensación de estar dentro de la Historia sin poder controlarla. Es decir, se desarrolla a la vez una ideología del presente –porque el pasado se va muy rápidamente y el futuro no se imagina-, y este presente está siempre cambiando.

Marc Augé también acuñó el concepto "no-lugar" para referirse a los lugares de transitoriedad que no tienen suficiente importancia para ser considerados como "lugares". Ejemplos de un no-lugar serían una autopista, una habitación de hotel, un aeropuerto o un supermercado. Desgraciadamente es mayoritariamente conocido por ser el autor de este último concepto, dejando de lado las variedades de su profunda obra.

Como antropólogo y etnólogo ha tenido una gran exposición al fenómeno religioso y en un reportaje publicado por un diario argentino, expone una idea que me pareció superlativa conectando su visión del "no-lugar" con la religión.

Dice Augé : "la mayor parte de los sistemas religiosos necesitan imaginar algo antes y algo después. Es una manera de vivir la vida, como un no-lugar. Y la vida es el único lugar."

Para la religión la vida es sólo una terminal de aeropuerto o un cuarto de hotel entre destinos mucho más importantes.

Pero algunos se dan cuenta de que era el único lugar valedero sólo con el check-out.

6 comentarios:

Vanessa Alanís dijo...

Augé es cartesianista de closet.
yo le tenía tirria. pero me voló la cabeza con "el espacio histórico de la antropología y el tiempo antropológico de la historia".
Que dice que cuando se aborda un análisis que aproxima disciplinas como la historia y la antropología, uno de los problemas a tener en cuenta es la relación e interacción entre el espacio y el tiempo. Para tener una visión global, se debe "historizar" el espacio y "antropologizar" el tiempo. Es decir, el espacio, materia de la antropología, es un espacio construido a través del tiempo, por lo tanto histórico; el tiempo, materia de la historia, no lo es en abstracto, es un tiempo localizado en un espacio, por lo tanto antropológico.

goolian dijo...

Yo confieso que no leí ningún libro de él, salvo este reportaje. Es que son muchos los franceses nuevos..
Pero me mató la idea de la vida como "no-lugar" y también me gustó lo que me contás.

Habrá que leerlo más.

Vanessa Alanís dijo...

Bueno, Marc Augé... así como nuevo nuevo no es.
Osea, noes Malinowski que nació en 1884 pero tampoco un chamaquito. en la ENAH se lee como san MArc Augé (por los antropólogos marihuanos y huarachudos)

Occam dijo...

Bueno, bien cierto es ello respecto de las religiones escatológicas y soteriológicas, que han monopolizado el concepto de "religión" y han relegado al resto al pretendidamente peyorativo plano de "mitologías", "filosofías" y "leyendas".
Para el pagano, rige en cambio la máxima del amor fati.

Un cordial saludo.

goolian dijo...

Diminui, lo que pasa es que para un paria de los claustros académicos como yo, de Foucault para acá todo es nuevo... ;)
Huarachudos !! qué palabra !
qué significará ?

goolian dijo...

Occam, qué Nietzschiano que es!
Es verdad pero, en mi opinión para desgracia del mundo, ya nadie cree en Dionisios u Orfeo y mucho menos en Odín o Marduk, que tan simpáticos me resultan.

Una parte del paganismo vindicaba enfáticamente la vida y el aquí y ahora, pero con tanta promesa vana de "estar en presencia de dios" o de las "huríes del paraíso", esa inteligente postura se perdió.

Igual prefiero la rebeldía de Prometeo al fatalismo del "amor fati".