lunes, 25 de julio de 2011

El pre Darwin

Benoît de Maillet (1656 –1738) fue un diplomático y naturalista francés . Se desempeñó como cónsul general en El Cairo y fue observador en el Levante. Durante su estadía en Egipto estudió a fondo las pirámides y las ruinas que pudo visitar. Formuló una hipótesis evolucionaria para explicar los orígenes de la tierra y sus habitantes.

Su obra principal, Telliamed (su nombre al revés ), es un intento de reconciliar su visión del mundo con la Iglesia Católica y se basó en manuscritos escritos entre 1722 y 1732. Ésta obra está muy alejada de una interpretación literal de las Escrituras, lo que explica que se publicara después de su muerte, en un intento de que evitarse “riesgos para su salud personal” en 1748.

Dentro de su visión del mundo empieza por mostrarnos que la Tierra no pudo ser creada en un instante porque los eventos que se observan en su corteza indican un lento progreso debido a procesos naturales. A esas conclusiones llegó después de estudiar la geología de Egipto y otros países del Mediterráneo. Se basó fundamentalmente en la sedimentación, excluyendo otros procesos geológicos importantes como los agentes geomorfológicos, exceptuando la erosión. El texto parece moderno cuando trata la sedimentación, pero parece un relato fantástico cuando se ocupa de otros temas, ya que no acabó de entender las diferencias entre los principales tipos de rocas que componen la corteza terrestre.

Maillet afirmó que las criaturas terrestres derivan de organismos acuáticos. Fue capaz de reconocer la verdadera naturaleza de los fósiles, al contemplar fósiles de organismos marinos incrustados en rocas sedimentarias situadas muy por encima del nivel del mar. No interpretó que los continentes podían elevarse, sino que afirmó que la Tierra tuvo que estar completamente cubierta por agua (tal como sugirió René Descartes), y poco a poco ésta iba disminuyendo su profundidad. Calculó que el ritmo de bajada de las aguas era de unas 3 pulgadas por siglo, a partir de regiones que antes estaban inundadas y ahora se localizan sobre el nivel del mar. Extrapolando esto a la altura de las montañas calculó que la Tierra debía de tener unos 2.400 millones de años y que estuvo totalmente cubierta de agua hace unos 2.000 millones de años. A pesar de lo disparatado de esta idea contiene algunos aspectos novedosos e interesantes: señaló la importancia de aquellos procesos que operan lentamente a lo largo de mucho tiempo sobre la formación del relieve del planeta, introdujo la idea de que la Tierra debía de tener miles de millones de años de antigüedad, idea que tardó más de un siglo en ser aceptada.

También es interesante su hipótesis de que los organismos terrestres proceden de otros acuáticos, aunque no atinó a establecer una línea evolutiva coherente. Introdujo también la idea de panspermia (aunque no le puso nombre) al postular que el espacio estaba lleno de esporas invisibles capaces de sembrar de vida diferentes mundos. Quizás una de sus contribuciones más importantes, y que fue tenida en cuenta por naturalistas posteriores, sea la que dice que los estratos sedimentarios que se localizan en las zonas más profundas contienen restos de animales que hoy ya no se encuentran sobre nuestro planeta.

En cuanto al origen del hombre afirmó que éste tenía un origen natural, como cualquier otro ser vivo, llegando a postular que derivaba de organismos marinos.

Benoit de Maillet introdujo conceptos e ideas que posteriormente fueron analizados por otros naturalistas que buscaban respuestas en la naturaleza. Muchos de sus argumentos, a los ojos del siglo XXI, nos pueden parecer simplistas y equivocados, sin embargo otras fueron rompedores para su época y supusieron los primeros escalones hacia la comprensión del origen de la biodiversidad de nuestro planeta.

"La simiente de estos peces, llevada por las salinas, puede haber dado lugar a la primera transmigración de la especie de su habitáculo marino al terrestre. Aunque hayan perecido cien millones sin haber podido aclimatarse, fue suficiente con que dos pudieran hacerlo para que surgiera la especie".

Telliamed ou les entretiens d'un philosophe chinois avec un missionaire francais, Amsterdam, 1748.

Casi casi selección natural no ?

1 comentario:

Ricardo Javier dijo...

no conozco a nadie, aunque tal vez exista, que haya materializado una idea revolucionaria integramente desde su origen. Galileo se llevo los laureles de Copernico. pero esto no le quita merito. Tal vez, darle un cuerpo a un anima engendrada por otros, sea el ejercicio mas meritorio.
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