viernes, 22 de julio de 2011

Hacia tierras salvajes

En Abril de 1992, Christopher McCandless, de 24 años, se internó solo y apenas equipado por tierras casi salvajes
de Alaska. Casi dos años antes, había regalado todo su dinero, perdido todo contacto con su familia, abandonado su coche
y embarcado a cumplir su sueño de vivir una vida en estado casi salvaje.
Cuatro meses más tarde, en Agosto de 1992, unos cazadores encontraron su cuerpo sin vida, con sólo 30 kg de peso en el interior de un ómnibus abandonado.
Para unos un intrépido idealista que mostraba un camino a seguir por afuera de un sistema anárquicamente despreciado.
Para otros un loco y un ingenuo pelotudo sin el menor conocimiento de la naturaleza y al supervivencia.
Porqué un joven de clase media acomodada estadounidense, recién graduado decidió cortar todos los lazos con su familia y perderse en un región inhóspita cortando además todos los lazos sociales ?

Chris McCandless había abandonado hasta su nombre, eligiendo llamarse Alexander Supertramp (súper vagabundo). Durante sus dos años de vagabundeo impresionó a la poca gente con la que se cruzó como un joven muy simpático, educado, afable, culto y con una calidez y alegría de vivir que perdura en el recuerdo de los camioneros que lo llevaron o los hippies que lo acogieron por brevísimas temporadas.

Su aventura está atravesada por dos conceptos muy caros a la imaginería estadounidense, la pasión por los espacios abiertos y la naturaleza agreste y por otro lado el desprecio total hacia una sociedad de consumo planificada y predecible hasta la exasperación. Si bien la Argentina cuenta con grandes espacios por lo menos agrestes e increíblemente bellos y un historia centenaria de anarquismo, para nosotros estas ideas resultan por completo extravagantes o foráneas.

Según su biógrafo, Jon Krakauer, veterano andinista; McCandless murió de inanición por un error muy sutil no achacable a su inexperiencia o soberbia. Pero para los habitantes de Alaska fue un joven que por idiotez u orgullo subestimó a su entorno natural.

Un mesías, muerto sacrificado como todo mesías, de un mundo anarco libertario, natural y salvaje o un reverendo pelotudo.

No puedo llegar a una conclusión definitiva por más que me fascine su historia.

Los dejo entonces con palabras del propio Christopher Mc Candless. Una carta que le mandó a Ronald A. Franz, un anciano de 82 años que lo recogió en un ruta y le dio albergue durante unos días desarrollando por él un cariño casi de padre o abuelo adoptivo.

"...deberías cambiar radicalmente de estilo de vida y empezar a hacer cosas que antes ni siquiera imaginabas o que nunca te habías atrevido a intentar. Sé audaz. Son demasiadas las personas que se sienten infelices y que no toman la iniciativa de cambiar su situación porque se las ha condicionado para que acepten una vida basada en la estabilidad, las convenciones y el conformismo. Tal vez parezca que todo eso nos proporciona serenidad, pero en realidad no hay nada más perjudicial para el espíritu aventurero del hombre que la idea de un futuro estable. El núcleo esencial del alma humana es la pasión por la aventura. La dicha de vivir proviene de nuestros encuentros con experiencias nuevas y de ahí que no haya mayor dicha que vivir con unos horizontes que cambian sin cesar, con un sol que es nuevo y distinto cada día.
Si quieres obtener más de la vida, debes renunciar a una existencia segura y monótona. Debes adoptar un estilo de vida donde todo sea provisional y no haya orden, algo que al principio te parecerá enloquecedor, Sin embargo, una vez que te hayas acostumbrado, comprenderás el sentido de una vida semejante y apreciarás su extraordinaria belleza. ..... No eches raíces, no te establezcas. Cambia a menudo de lugar, lleva una vida nómada, renueva cada día tus expectativas. .... Te equivocas si piensas que la dicha procedo sólo o en su mayor parte de las relaciones humanas. Están por doquier. La dicha se encuentra en todas y cada una de las cosas que podamos experimentar. Sólo tenemos que ser valientes, rebelarnos contra nuestro estilo de vida habitual y empezar a vivir al margen de las convenciones.
Lo que quiero decir es que no necesitas tener a alguien contigo para traer una nueva luz a tu vida. Está ahí afuera, sencillamente, esperando que la agarres y todo lo que tienes que hacer es el gesto de alcanzarla. Tu único enemigo eres tú mismo y esa terquedad que te impide cambiar las circunstancias en que vives. ..... Lleva una vida austera, no vayas a moteles, prepárate tú mismo tu comida. Ten como norma gastar lo menos posible y la satisfacción con que vivirás será mucho mayor. "

Hubo un libro, hubo un película (dirigida por Sean Penn) y hubo un disco con la banda de sonido.

Eddie Vedder canta "Guaranteed".


1 comentario:

A. M. Vermon dijo...

apasionante historia, lo mas valioso la honestidad, sería lindo ver la película.
me despierta una visión de seres humanos recorriendo el planeta con semillas en sus alforjas, siembran y ayudan a sembrar a los que encuentran por el camino y los reciben, siembran la tierra y continúan su camino con desapego de lo que sembraron, siembran tambien ideas, intercambian experiencias, una humanidad en movimiento, cosechando lo que otros sembraron y sembrando para otros.
el sistema tendría menos fuerza si cada ser humano sembrara y tuviera contacto con la naturaleza, ver amaneceres y crepusculos, la brisa en nuestros rostros, los pajaros volando ...