miércoles, 23 de julio de 2008

El que hablaba con los pájaros

La música llamada clásica es también llamada música de tradición escrita o como dice un amigo mío, folclore histórico europeo. Pero en el Nuevo Mundo surgió, con el siglo XX, una música folclórica nueva, el jazz. No sólo requiere de una destreza técnica comparable a la clásica sino que en mucho menos tiempo ha cubierto un territorio musical comparable. Su énfasis en la improvisación recuerda épocas perdidas de la música renacentista y del temprano barroco que fueron sepultadas por la notación escrita.
Pero también a veces siento que el jazz es un tipo de música infinitamente más divertida de tocar que de escuchar.
Eric Dolphy es un jazzman no muy conocido. Cuenta la leyenda que aprendió a tocar la flauta traversa escuchando a los pájaros de su jardín y queriendo comunicarse con ellos.
Revalorizó un instrumento maravilloso, el clarinete bajo y en su corta vida nos dejó un legado inmenso.
Eric era vegetariano, abstemio y no consumía drogas a pesar de tocar habitualmente con consumidores "pesados" como John Coltrane. Su expectativa de vida era supuestamente mucho mayor que la de sus colegas. Pero era diabético y la muerte nos lo sustrajo en la noche del 29 de Junio de 1964. Acababa de llegar a Berlín, Alemania. Estaba en Europa con el sexteto de su amigo Charlie Mingus y planeaba radicarse en Francia con su novia bailarina, Joyce Mordecai.
Según algunas versiones fue encontrado inconsciente en su cuarto de hotel en un coma diabético. Para algunos no conocía su condición de diabético y se habría atracado con avellanas y miel. Según otras versiones habría colapsado en el escenario. De cualquier manera fue llevado al hospital, pero se cuenta que los médicos no tenían idea de su condición de diabético y al pensar que era un caso de sobredosis lo dejaron sin atender por horas. Otra versión postula que la insulina en uso en Alemania era mucho más fuerte que la estadounidense y le provocó un shock insulínico. Para su amigo Mingus fue un complot de la CIA para eliminarlo.
De cualquier manera la muerte estaba decidida a llevárselo, tal vez celosa porque hablaba con los pájaros.

Escuchémoslo en un solo de clarinete bajo.



Y luego con su grupo en un impresionante y aéreo solo de saxo.

1 comentario:

Ruben Ó dijo...

Excelente.
Me gustó mucho el solo de clarinete, y no es muy común escuchar este tipo de instrumentos sin ningún acompañamiento.
No pude apreciar bien el saxo, pero imagino que debe se un saxo alto. Se nota que es más difícil de tocar que el clarinete bajo, y se debe precisamente al registro más agudo. Me impresionó algunas notas armónicas que ejecutó.