jueves, 3 de julio de 2008

La décimo segunda maravilla del Imperio

El nacimiento de mi hijito Lorenzo fue un acontecimiento axial en mi vida. Una perogrullada dirán y con razón.

Me cuesta poner, sin embargo en palabras las sensaciones que me embargan cuando lo cargo dormido a la noche o cuando me mira y sin motivo aparente se ríe con todo su cuerpo.

Es en estas situaciones cuando uno recurre a otros lenguajes como la música. O la poesía.

De una autor chino anónimo de la Dinastía Tang en traducción de F. Toussaint y A. Batistessa.

La Peregrinación Inútil.
Los viajeros exhaltan la belleza de una tarde de nieve en Houa-Chan, la música de la campana del crepúsculo en el monasterio de U-Tchien, el color del cielo de Tsou-Kiang, el encanto de una noche de lluvia en en Wao-Tai.

Yo no iré a Houa-Chan, porque el cuerpo de mi hijito es bermejo como la nieve en el ocaso, ni a U-Tchien, porque su voz es más emocionante que la campana del monasterio, ni a Tsou-Kiang, porque todo el cielo lavado por la brisa se refleja en su mirada.

Pero tal vez iré a Wao-Tai, para evocar una noche de lluvia en que una mujer concibió un niño que es para mí la décimo segunda maravilla del Imperio.

1 comentario:

Ming dijo...

Lorenzo...goolian, esta es, sin dudas , tu mejor partitura . Te felicito .Les deseo lo mejor de la vida .En un foro como este no podía faltar la vida como una obra de arte.