lunes, 25 de agosto de 2008

El verdugo y el papista

En un libro ya olvidado, "Castalión contra Calvino" de Stephan Zweig, se encuentra una frase que me parece políticamente reveladora. "Matar a un hombre nunca es defender una doctrina, sino matar a un hombre". Las incesantes y fratricidas luchas de religión europeas de los siglos XVI y XVII se parecen demasiado a las luchas ideológicas de finales del siglo XX. Será porque todas las muertes son iguales mientras que las vidas son todas distintas ?
Será porque las ideologías en pugna, el marxismo-leninismo contra el capitalismo occidental; eran y son mutaciones de las religiones y herejías medioevales ? Será que nunca salimos de la Edad Oscura y seguimos siendo bárbaros ?
En la Argentina de los años '70 tan de moda actualmente, no hubo jóvenes revolucionarios que luchaban por una sociedad más justa. Tampoco hubo cruzados que nos salvaron de caer en las garras del oso marxista defendiendo nuestra libertad.
Sólo hubo asesinos de distinto color, sabor y olor que fueron todos los que cruzaron la frontera ética y al empuñar un arma para lo que creyeron justo cometieron la más imperdonable de las injusticias.
"Matar a un hombre nunca es defender una doctrina, sino matar a un hombre".

The Strawbs es un raro grupo de folk/rock inglés. En los años 70, escribieron una canción de denuncia sobre la lucha armada en Irlanda del Norte y apelaron a la misma imagen que yo, las luchas de religión en el Renacimiento.
"El verdugo y el papista" habla de la ejecución absurda de un católico en la Inglaterra protestante y describe con minuciosidad poética su agonía. Con un Rick Wakeman pre-Yes convertido en un Bach en ácido lisérgico que incluso toca con un rodillo de pintor y un David Cousins cantando más que inspiradamente.
Todas las muertes se parecen.


4 comentarios:

goolian dijo...

The village square stands quiet with the curfew still in force
The streets are even clear of dogs and whores
Like some evil bird of prey the scaffold spreads its wings
The people build their fires and bolt their doors
The mayor is giving dinner to the officers and wives
His eldest son is learning how to fawn
The barrack block is hushed and tense, the soldiers drawing lots
Who will be the hangman in the dawn.

The lot falls on a young man who has served for but a year
His home is in the village close nearby
He shivers at the thought of what he's forced to do next day
He wonders who it is that has to die
The full moon casts a cold light on the gloomy prison walls
The papist walk his cell, he cannot sleep
He hears the waiting gallows creaking just beyond the door
He prays for he has no more tears to weep.

The day begins to break, the muffled drums begin to sound
A crowd begins to gather in the square
The presence of the hangman in his terrifying mask
Weighs heavy on the minds of all those there
The colonel reads the sentence which the papist knows by heart
He has failed to show allegiance to the King
His crime is thus with God himself, in His name he must hang
The papist, head held high, says not a thing.

The jailer binds his hands and puts the blindfold to his eyes
He leads him through the door before the crowd
The hangman sees his victim and the blood drains from his face
He sees his younger brother standing proud
The hangman tries to protest but is ordered to proceed
His trembling hands begin to take the strain
His eyes are blind with streaming tears, he cries for all to hear
"Forgive me God, we hang him in they name".

Anónimo dijo...

"Forgive me God, we hang him in thy name".

goolian dijo...

Thou art so smart.
Visita inesperada, se me ocurre una sola persona que conoce el tema y la letra.
Cómo va ?

David Colina dijo...

En Venezuela, mi país, hay dos bandos que llaman, a veces, a ir a la calle para defender la patria. Este post nos viene de perlas, ojalá lo leyera más gente y qué buena la frase de Zweig. Saludos, amigo.