En la obra, Brancusi se concentró no en los atributos físicos de un pájaro, sino en su movimiento. Como resultado, las alas y plumas del pájaro fueron eliminadas, su cuerpo muy elongado y su cabeza y cola reducidas a un plano oval.
Las obras de arte no pagan impuestos aduaneros, son "duty free". Pero el pájaro de Brancusi no tenía cabeza, ni alas, ni plumas.... Era una forma de bronce que se elevaba de su pedestal como una llama o peor aún como un avión.
El inspector de Aduanas Kracke dijo que no era arte, sino solamente "una manufactura de metal ... gravable en un 40% de impuestos". La prensa se hizo eco, indignada. El escultor apeló a la Corte Aduanera. Semanas después Brancusi ganó el caso. En su decisión la corte definió dogmáticamente "es una obra de arte por su perfil simétrico, diseño artístico y belleza de acabado". Aún el más primitivo de los lógicos rechazaría una definición que repite el sujeto en su definición (arte - artístico) pero Constantin obtuvo su dinero de vuelta.
2 comentarios:
Muy bueno! Ya vendré con tiempo para leerlo del todo y comentar si algo me pinta!!
Nunca volviste por puntopau.blogspot.com, me quedé esperándote!
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