viernes, 11 de julio de 2008

Marx y las multitudes


A pesar de la putrefacción del marxismo leninismo soviético, se insiste en muchos lados en hablar de Karl Marx. Generalmente mal, por supuesto. A raíz de la desaparición del modelo bipolar de la posguerra, se impuso un modelo de capitalismo globalizado. Si bien la información circula como nunca antes también circula la desinformación. Y la globalización pareciera ser un proyecto a gran escala de semiesclavizar a algunos países y estupidizar a otros para producir en forma muy barata productos en los primeros para vender a los segundos. Y de paso amurallar cada vez más la brecha y arrasar con cualquier localismo. El inglés de negocios vale más que el bretón o el occitane y la hamburguesa de locales de nombre escocés más que cualquier foie gras. Es mucho más fácilmente vendible.

Pero volviendo a Marx. Una cosa es Marx y su pensamiento y otra el marxismo y sus mutaciones. Casi casi como el Sermón de la Montaña y el papado.
Karl Marx es un filósofo importantísimo en la historia del pensamiento y sólo se lo puede entender si leemos antes a Kant y Hegel, pero también a Max Stirner y Pierre Joseph Proudhon. Negar su valía como pensador es pecar de ignorante, sobre todo viniendo de gente que piensa que Adam Smith o más modernamente Ayn Rand son filósofos de fuste. Smith o Ricardo son notas al pie en la historia de la filosofía al lado no ya de un Hegel, sino de un Schopenhauer o un Berkeley. Y la señora Rand ni siquiera merece el apelativo.
Pero lo que me molesta y mucho del pensamiento de Marx es su teleología. Que es exactamente lo mismo que me disgusta del cristianismo. Las dos son religiones de salvación. A través de la iglesia o de la dictadura del proletariado, pero las dos predican la venida de un Paraíso que está en el futuro.
No existen los paraísos a futuro. Suelen ser una excelente excusa para disimular infiernos en presente.


Cuando los hombres se juntan para construir un paraíso, les suele salir un infierno.
El problema claro, está en que es mucho pero mucho más fácil creer en lo colectivo, que además es siempre más fuerte; que en lo individual.
Señores, los paraísos son individuales y en tiempo presente y cada hombre debe contribuir con su poca o mucha luz a iluminar la oscuridad del mundo.
Aunque sea muy fugazmente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

-Por la cagada se conoce el pato- dicen el en campo.

No me alcanzaría esta vida para leer toda la obra de Kant, Hegel & Co antes de abordar los 3 voluminosos volúmenes de El Capital que estoy mirando de reojo en este momento. Ni siquiera tengo tiempo de leer con la dedicación que se merece la obra de Marx. En realidad tampoco para los 7 o 8 libros de otras cosas de mi interés que esperan en mi mesa de luz (sin contar los bookmarks pendientes y de las decenas de artículos que me entran al reader todos los días).

Quiero decir que con Marx tengo que resignarme leer los antecedentes que pueda, ver los resultado de la aplicación de sus pensamientos, o en el mejor de los casos leer El Capital en crudo.

Ese argumento que dice que uno no puede leer a fulano si primero no lo leyo a sultano, y asi... es una trampa. Creo. Pienso que en algún momento tenes que confiar en alguien para que te arrime algo donde pisar. ¿No?

Dicho sea de paso me gusta la función de Kant como desactivador del macaneo esotérico. Es obvio que tampoco "leí a Kant" .. pero algo llegó a mis manos.

No se porque descalificas asi a A. Rand. (viene a cuento que llegue aca por tu comentario en 100volando sobre ella). Aparte la figura que elegiste no tiene efecto para mi porque disfruto por igual de la alta cocina y las hamburguesas (siempre y cuando estén bien hachas) La obra de Ayn Rand es consistente y razonable. No se en que momento un pensador califica como filósofo de fuste.

Me fui por las ramas.

Volveré.

Saludos

goolian dijo...

La vida es tan corta y hay tantos libros para leer!

Sería bueno que nos alcanzara para leer todo Kant, Spinoza, Descartes, Montaigne, Hegel, Marx y algo de los modernos como Heidegger y Derrida, pero no todo.

Ya sé que no se puede pero por lo menos contextualizar un poco.

Con respecto a Ayn Rand leí "La rebelión de Atlas" y me pareció largo, farragoso, aburrido e inconsistente. En el mejor de los casos es una larguísima justificación del egoísmo y para eso me quedo mil veces con Max Stirner. Me resulta además muy llamativo que se la valore ahora que con la caída del muro de Berlín asistimos a la expansión cuasi infinita del capitalismo globalizado tan egoísta él que sólo ve maximizaciones de ganancias.
Será que cada época elige a posteriori sus "gurúes" que validen sus postulados ?
Pura memética dirigida pero eso es tema de otro post.